San Mateo
14,13-21: “No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer”
En aquel tiempo, al
enterarse Jesús de la muerte de Juan Bautista se marchó de allí en barca, a
solas, a un lugar desierto.
Cuando la gente lo
supo, lo siguió por tierra desde los poblados.
Al desembarcar vio
Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Como se hizo
tarde, se acercaron los discípulos a decirle:
«Estamos en despoblado
y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren
comida».
Jesús les replicó:
«No hace falta que
vayan, dadles vosotros de comer».
Ellos le replicaron:
«Si aquí no tenemos
más que cinco panes y dos peces».
Les dijo:
«Traédmelos».
Mandó a la gente que se
recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la
mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los
discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se
saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil
hombres, sin contar mujeres y niños.
Cometario bíblico: Fray Miguel de Burgos Núñez https://www.dominicos.org/predicacion/homilia/2-8-2020/comentario-biblico/miguel-de-burgos-nunez/
El Dios necesario de Jesús es el que alimenta a su pueblo con
la vida. El que viendo a las gentes necesitadas hace ver lo extraordinario del
compartir los dones que se poseen. El v.14 es verdaderamente sintomático,
porque nos habla de la "compasión" que Jesús siente y que le hace
tomar la decisión irresistible de que lo poco que tienen él y los discípulos
deben entregarlo a la gente. Esta debe ser la clave interpretativa del texto,
más que enviciarse en explicar o dar sentido el aspecto
"taumatúrgico" y al poder extraordinario de Jesús. Jesús quiere
compartir lo poco que tienen él y los suyos, y esto hace posible el
"milagro" de que haya para todos. Estos "milagros" deberían
enseñarnos que también hoy esto es posible cuando hay compasión.
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