Hoy recuerda la Iglesia a San Francisco Javier, de memoria
obligada en el Santoral Católico.
En vida, Francisco de Jasso y Azpilicueta nació en 1506 en la
localidad Navarra de Castillo de Javier. Por vocación orientó sus estudios
hacía las humanidades y la carrera eclesiástica. Mientras estudiaba filosofía y
teología en París conoció a Ignacio de Loyola, quien le reclutó para su
proyecto de fundar una nueva orden: Francisco hizo sus primeros votos en París
(1534), se ordenó sacerdote en Venecia (1537) y participó en la fundación de la
Compañía de Jesús en Roma (1539). Desde entonces se consagró a la actividad
misionera. En 1541 fue enviado a la India como legado pontificio, con la misión
de evangelizar las tierras situadas al este del cabo de Buena Esperanza. Desplegó
una intensa actividad cuidando enfermos, visitando presos, predicando el
cristianismo, convirtiendo nativos, y defendiendo la justicia frente a los
abusos de los colonos. Su apostolado se extendió por el sur de la India,
Ceilán, Malaca, las Islas Molucas y Japón. Muere en la Isla China de Sacián en 1552. Fue canonizado en 1622 y
declarado patrono de las misiones de la Iglesia católica.
Felicitamos a todos los hermanos y devotos que hoy celebran
su onomástica, con el recuerdo de nuestra Madre Celestial, la Stma. Virgen de
la Hiniesta Gloriosa que continúa su proceso de restauración.
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