miércoles, 9 de septiembre de 2020

Nuestra historia

 La Hermandad durante la dictadura franquista


El 6 de marzo de 1940, la autoridad eclesiástica anuló la fusión con la Sacramental de San Julián y dio un plazo de seis meses para presentar un proyecto de reglas, mandato que no se cumplió. Esta desobediencia, los desórdenes producidos en la estación de penitencia de 1942 y el haber pasado el tiempo estipulado en las reglas para convocar cabildo de elecciones hicieron que la autoridad eclesiástica decretara, el 17 de septiembre de 1942, que la Hermandad fuera gobernada por una gestora por tiempo de cinco años, nombrándose una comisión ejecutiva compuesta por Luis Joaquín Pedregal Sanmartino y Eladio García de la Borbolla. Entre las actuaciones realizadas, cabe destacar la ejecución por Antonio Castillo Lastrucci de las imágenes de Santa María Magdalena, estrenada el Domingo de Ramos de 1944, y de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa, bendecida el 9 de septiembre de 1945.

En 1946 se reabrió al culto la parroquia de San Julián tras su reconstrucción. La Hermandad abandonó San Luis de los Franceses para regresar a su sede y salir desde ella el Domingo de Ramos.

La imposición de la comisión gestora fue levantada por la autoridad eclesiástica en 1951, de forma que el 10 de agosto pudo celebrarse cabildo de elecciones, siendo elegido teniente hermano mayor Eladio García de la Borbolla, ya que el hermano mayor efectivo era el alcalde de Sevilla desde 1946.

El 20 de marzo de 1962, la vicaría decretó el nombramiento de una nueva comisión gestora bajo la presidencia del párroco de San Julián, Domingo Márquez García, que mes y medio después fue sustituido por el padre Ramón Ferreira Beltrá. Esta gestora, favorecida por la mejora de las condiciones socio-económicas propiciada por el desarrollismo, logró dar el impulso definitivo que la Hermandad necesitaba para superar las penurias vividas durante la posguerra. Y eso a pesar de que en estos años el barrio de San Julián prácticamente desapareció con el derribo masivo de su caserío, lo que trajo aparejada la diáspora de sus vecinos hacia las nuevas barriadas y polígonos del extrarradio.

En 1965 se produjeron dos hechos aún recordados. Primero, la Virgen de la Hiniesta Dolorosa se trasladó al barrio del Cerro del Águila para presidir un centro misional en la calle Canal. Y, segundo, la Virgen de la Hiniesta Gloriosa presidió por primera vez el altar del Ayuntamiento en la plaza de San Francisco para la procesión del Corpus Christi, tradición mantenida de forma ininterrumpida hasta hoy.

El 28 de febrero de 1967 se aprobaron nuevas reglas que supusieron la fusión definitiva de las Hermandades de la Hiniesta y del Santísimo Sacramento de San Julián.


Francisco S. Ros González

Teniente Hermano Mayor

Profesor Departamento Historia del Arte

Universidad de Sevilla





Pie de foto: Domingo de Ramos de 1946, la Virgen de la Hiniesta vuelve a salir de la reconstruida parroquia de San Julián.

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