"Los Sevillanos, pues deben lisonjearse del especial patrocinio de esta Señora para con sus devotos"
(Justino Matute y Gaviria,"Correo de Sevilla", 1804)
DÍA CUARTO
ORACIÓN INICIAL
Con el saludo de Gabriel, nos acercamos a ti, Reina y madre nuestra. “Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo”, dispón nuestros corazones para que recibamos tus gracias, y nos libres de este mal. Hoy, Santa María de la Hiniesta te presentamos nuestras ofrendas y nuestras miserias. Ruega por nosotros, pecadores. Ruega al Padre por todos. Por los que estamos aquí y por los que se han apartado de tu amor. Por los que desconocen y olvidan; por todos, porque todos somos hijos tuyos. Ruega por nosotros siempre, ahora y en la hora de nuestra muerte.
DIA CUARTO: MADRE
PODEROSA, RUEGA POR NOSOTROS
El Señor otorgó a María el poder y la gracia, por ello es
depositaria de todas las La historia nos presenta cómo María ama y protege a
sus Hijos; con la multitud de gracias y favores que derrama constantemente
sobre nosotros. ¡María!, ven en ayuda nuestra. Líbranos de todo mal, para que
así logremos alcanzar, después de esta vida, la corona prometida para quienes
han combatido contra el mal y han mantenido la fe.
INVOCACIONES:
Oh Santa María de la Hiniesta Gloriosa, salud de los enfermos. Ruega por nosotros.
Ave María (tres veces)
ORACIÓN FINAL:
Tu que del triste mortal eres salud y esperanza, alcanza la curación de este mal y si este bien temporal no conviene a nuestras almas, dadnos paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento, gocemos de la eterna alegría. Amén.
Santísima Virgen de la
Hiniesta, líbranos de la pandemia, mejora la salud de los enfermos y consuela
el dolor de las familias.
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