El domingo 15 de noviembre, las Diócesis españolas celebraremos el Día de la Iglesia Diocesana.Su
finalidad es fortalecer nuestra conciencia de que, además de pertenecer
a la Iglesia universal y al núcleo más pequeño de la vida de la
Iglesia, que es la parroquia, formamos parte de la Iglesia particular o
Diócesis, presidida por el Obispo. Ella es el vínculo que nos une a la
Iglesia de Roma, presidida por el sucesor de Pedro, y a las demás
Iglesias, presididas por los Obispos en comunión con él.
En esta jornada hemos de reflexionar sobre lo que la Diócesis significa
en nuestra vida: ella custodia la memoria viva de Jesucristo, nos
sirve la Palabra de Dios y nos brinda la vida divina, el pan de la
Eucaristía y la mediación sacramental de los sacerdotes, a través de los
cuales nos llega la gracia santificante. Ella propicia nuestra
formación cristiana, nos permite vivir y celebrar nuestra fe y nos
impulsa al testimonio y al apostolado. Sin la Iglesia diocesana, que nos
arropa y acompaña, estaríamos condenados a vivir nuestra fe a la
intemperie y sin abrigo.
Todas ellas son razones poderosas para amar a nuestra Iglesia
diocesana, para colaborar con ella, para implicarnos y comprometernos en
su vida diaria, en sus acciones y proyectos. Será también muy
importante conocer la historia gloriosa y venerable de nuestra Iglesia,
sus figuras insignes, las instituciones caritativas y culturales que
alumbró a lo largo de los siglos y, sobre todo, su impresionante
patrimonio de santidad, con el fin de renovar y acrecentar el amor a
nuestra Archidiócesis, dar gracias a Dios por pertenecer a ella, y
valorar, sentir como propio y amar con sentido filial todo lo diocesano,
asumiendo cordialmente y aplicando con diligencia el Plan Diocesano de
Pastoral. Finalidad de esta Jornada es también rezar por la Iglesia que
peregrina en Sevilla, por sus obispos, por sus sacerdotes, consagrados y
fieles para que cada día crezcamos en comunión con el Señor, en
comunión con el Santo Padre y su Magisterio, en unidad y comunión
fraterna, en compromiso apostólico y evangelizador y en el empeño por
servir a los pobres y a los que sufren.
No olvidemos en esta jornada nuestra colaboración económica generosa.
La Iglesia en Sevilla necesita medios económicos para cumplir su misión
pastoral y evangelizadora, para retribuir a los sacerdotes, mantener los
Seminarios y los servicios pastorales, ejercer la diaconía de la
caridad, ayudar a las misiones, cuidar su patrimonio artístico y
cultural, tan cuantioso como bello, y construir nuevos templos. Por
ello, invito a los sacerdotes a hacer la colecta de esta Jornada con
todo interés y a los fieles a ser generosos, pues el sostenimiento
económico de la Iglesia depende fundamentalmente de nosotros, bien a
través de nuestras donaciones directas, en forma de cuotas,
suscripciones o donativos, bien a través de la Declaración de la Renta,
en la que decidimos destinar el 0,7 % de nuestros impuestos a la Iglesia
católica.
Lo decisivo es que el Día de la Iglesia Diocesana contribuya a
robustecer nuestra conciencia de familia, a amar con sentimientos de
gratitud nuestras raíces religiosas y a crecer en actitudes de
colaboración con nuestra Iglesia.
Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición,
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
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