jueves, 8 de diciembre de 2011

Concebida sin pecado original


Inmaculada Concepción
Día de alegría dentro del calendario litúrgico pues celebramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, patrona de España. Se cumplen doscientos cincuenta años de su patronazgo. Es día de júbilo para nuestra ciudad, ya que siempre se ha mostrado defensora a ultranza de este dogma de fe. La Iglesia en este tiempo litúrgico de adviento venera de una forma especial a María. La fiesta de la Inmaculada debe enmarcarse en el conjunto de este tiempo fuerte. María es el modelo, la discípula que nos enseña cómo esperar al Señor. La intervención de Dios después del primer pecado adjudica la victoria al linaje de la mujer (1 Lect.). María, la mujer del «sí» total al Señor, es la llena de gracia (Ev.). Dios en su Hijo nos ha bendecido para que seamos santos e irreprochables ante Él por el amor (2 Lect.).

El 8 de diciembre es día grande en nuestra Hermandad, en nuestra ciudad y en nuestro país, puesto que la Iglesia celebra la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, patrona de España. Es una jornada de especial significación dentro del calendario de cultos de la Hermandad, puesto que se conmemora la definición del Dogma Concepcionista, promulgado en 1854 por Su Santidad Pío IX. En el ofertorio de la ceremonia religiosa y en nombre de toda la Hermandad, es leído el voto concepcionista y la Junta de Gobierno hace juramento del mismo. Antes de terminar la función religiosa, se entregan unos diplomas acreditativos de los veinticinco y cincuenta años de permanencia en la Hermandad, así como de una medalla de plata para estos últimos, con lo cual es un día hermoso para muchos hermanos que reciben un reconocimiento a la lealtad a la institución, a la defensa de los intereses de la Hermandad por encima de los propios y a su ejemplo de cariño hacia nuestra corporación.


Nuestra Hermandad históricamente ha defendido este dogma de la Iglesia, incluso antes de ser promulgado oficialmente, así en 1613 ya hizo público voto en favor del misterio concepcionista instalando un dosel sobre la Santísima Virgen de la Hiniesta donde se podía leer Concebida sin pecado original, sobre este dosel un escudo con corona real contenía diversas iniciales que se correspondían con el texto: "Genitricem Omnipotentis ab originalis macula peccati conceptam dicimus corde", es decir Decimos y confesamos de todo corazón que la Madre del Omnipotente es concebida si la mancha del pecado original. Este fue el lema de la Hermandad hasta más de la mitad del siglo XX. Son múltiples las muestras que hizo la Hermandad en las fiestas inmaculistas, así se preparaban con toda solemnidad y se adornaba el templo con especial interés, así se instalaban tarjas iluminadas con textos alusivos al misterio inmaculista con romances, quintillas y otros textos literarios de gran hermosura, donde se defendía la concepción inmaculada de la Santísima Virgen María en su advocación de la Hiniesta. En las Reglas de 1667, donde se incluye la trasformación en Hermandad de penitencia se recoge perfectamente que entre las fiestas a celebrar se hará "con mayor demostración que se pudiere la de la Concepción, a la cual disponemos asista la Hermandad en forma, y que en ella haya Vísperas, Misa y Sermón y Música".

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