martes, 20 de octubre de 2020

Nuestro patrimonio

 El paso de plata de la Virgen de la Hiniesta Dolorosa 

Para la ejecución del nuevo paso de plata a la Virgen de la Hiniesta Dolorosa, la hermandad eligió a reconocida Orfebrería de los hermanos Delgado López, fundada en 1985 y dirigida por los hermanos Ángel, José y Francisco. Formados en los talleres de Villarreal e Hijos de Juan Fernández, se dieron a conocer con el paso de la Virgen de la Aurora de la Hermandad de la Resurrección. Sus producciones se caracterizan por la minuciosidad y el preciosismo de la decoración y los detalles.



El proceso de renovación de la orfebrería del paso de la Virgen de la Hiniesta Dolorosa comenzó en 1995 con los varales que sostienen el techo y las bambalinas del palio. En el primer tramo del varal hay una cartela que contiene a cada uno de los doce apóstoles. El basamento incluye símbolos relacionados con la heráldica de la hermandad –cruz y corazón con siete puñales, mitra, báculo y cruz y NO8DO– y de la letanía lauretana –Puerta del Cielo, Espejo de Justicia, Fuente de la Salud, etc.



Los candelabros de cola son de 2002, se sitúan a ambos lados del manto, en la trasera del paso de la Virgen de la Hiniesta. Resultan especialmente airosos y con profusión de puntos de luz, un total de quince guardabrisas. Constan de basamento, pieza de arranque y quince brazos que se dividen a través de tres distribuidores. El basamento es rectangular y se compone de un pequeño estrado donde se sitúan las figuras de dos maceros municipales, alusivos a la estrecha relación entre la Hiniesta y el Ayuntamiento de Sevilla, flanqueando a la pieza de arranque del candelabro y, como motivo decorativo principal, una cartela con el monograma de María. Delante de cada macero, en dos cartelas acostadas que se timbran por corona real, quedan representados los escudos de la ciudad de Sevilla y del reino de España.



En 2003 se estrenó la peana. En ella se sitúa la Virgen de la Hiniesta Dolorosa en el paso procesional. Tiene forma cuadrangular con esquinas truncadas y un saliente en el frontal de la peana, donde aparece el escudo de la hermandad. En las esquinas del moldurón, sendas filacterias con el texto “Mater Christi” Y “Sancta Maria”.



Los respiraderos siguen los modelos estilísticos del barroco con profusión decorativa en todos sus elementos. Los motivos iconográficos giran en torno a elementos mariológicos (letanía lauretana y dogmas marianos) y otros alusivos a la ciudad de Sevilla. En el delantero el motivo principal es el escudo de Sevilla por la relación de la hermandad con la ciudad por el patronazgo de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa y en los ángulos, en cartelas mixtilíneas, elementos de la letanía lauretana –Puerta del Cielo y Salud de los Enfermos. En los laterales aparecen en las cartelas centrales las Santas Justa y Rufina y San Santa Ángela de la Cruz.

Un total de dieciocho jarras se distribuyen en distintos tamaños. Así, en los laterales del paso, entre los varales, hay cuatro grandes, dos medianas y dos pequeñas, y en la delantera hay diez jarritas. Todas constan de basamento, cuerpo central del que parten las asas y embocadura. Por lo que respecta al programa decorativo, encontramos una gran cantidad de elementos –gallones, perlas, hojas de acanto, roleos, asas, asitas, rectángulos, cartelas ovales y circulares, rosarios de perlas, frutas y cabezas de ángeles– mientras que el programa iconográfico queda diseñado esencialmente para las cuatro jarras grandes donde en otras tantas cartelas que se sitúan en la zona central de la jarra aparecen símbolos pasionistas.

Noventa candeleros conforman el conjunto de la candelería que ilumina a la Virgen de la Hiniesta Dolorosa. Están formados por un pie triangular que, en el caso de las dos tandas más altas, tienen motivos decorativos en las cartelas ovaladas: cruz con el corazón llameante y los siete puñales, mitra con báculo y cruz y monograma de María.


El llamador fue donado por los orfebres que se encargaron de remodelar la orfebrería del paso de palio y representa al ave fénix sobre un mar con olas y cabalgado por un pequeño niño. Es todo un símbolo de la historia contemporánea de la hermandad, que perdió todo su patrimonio en dos ocasiones y renació de sus cenizas.







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