viernes, 30 de julio de 2010

Nuestro itinerario: salida y zona de influencia II

Finalizamos este primer apartado, de los cinco que conforman este recorrido por nuestro itinerario de la tarde del Domingo de Ramos. En esta ocasión son tres calles emblemáticas, que saben a barrio de San Julián y su cercanía. Son zonas estrechas y acogedoras para la Cofradía, donde el cortejo de nazareno recibe el sol de justicia de la tarde del Domingo de Ramos, sobre todo en algunos tramos de Fray Diego de Cádiz, de la plaza del Pumarejo o de algunas zonas de Relator.



La calle Fray Diego de Cádiz, recibe su denominación en honor del beato que fue beatificado en 1894 y a petición de la Comunidad de Padres Capuchinos, del cercano convento, en diciembre de 1895 fue acordada su nueva denominación. Recibía anteriormente el nombre de Rubios, que aún es utilizado por muchos vecinos del barrio. Ya en 1533 aparece en padrones este nombre de calle Rubios y en la obra Las audiencias del Rey don Pedro, del genial Lope de Vega, es citada esta calle Rubios.




La plaza del Pumarejo, es un lugar emblemático del discurrir de la Cofradía, donde ambos pasos son recibidos por gran número de público a pesar del fuerte calor y el efecto de los rayos solares. Es el lugar donde podemos oir por vez primera la famosa marcha "Pasan los campanilleros" del genial López Farfán, tras el palio azul y plata de la Santísima Virgen de la Hiniesta. El nombre primitivo de esta plaza fue popularmente el de Cuatro cantillos, por las cuatro esquinas que tenía la plaza. Durante la Edad Media recibió el nombre de Encarnación o Encarnación vieja, pasando en el siglo XVI a denominarse Lázaro Díaz y en el a fines del siglo XVI, el caballero Veinticuatro D. Pedro Pumarejo ordena la realización de una artística fuente para el centro de la plaza, utilizándose en 1921 para el monumento a Catalina de Ribera, que hizo el arquitecto Talavera. Los Pumarejo habían comprado unas casas en esta plaza, donde realizan su palacio, que actualmente es conservado como una casa de vecinos. Con la construcción del palacio se hace más diáfana la plaza para poder tener una mejor visión de la fachada del mismo. Desde el siglo XVII se llama esta plaza de D. Pedro Pumarejo y a partir del siglo XVIII se llamará Plaza del Pumarejo. Es una zona de encuentro entre los vecinos de las collaciones de Santa Marina y San Gil y continúa teniendo ese caracter comunitario en torno a bares y tabernas de gran tradición.






Sobre la calle Relator sabemos que ya en el siglo XVI existen documentos donde se refiere la calle del Relator o de la Pila del Relator. Debido a su gran longitud tuvo distintos nombres a lo largo de los siglos según sus tramos, así la zona entre la Alameda de Hércules a la actual calle Señor de la Sentencia se denominaba Honda, desde aquí hasta la calle Parras se denominaba San Basilio, por el convento allí existente y Cruz de la Caja desde Parras hasta la plaza del Pumarejo. Finalmente todos estos tramos se igualaron con el nombre de Relator.





Os animamos a que nos mandéis fotografías de la Cofradía por estas calles, con detalles de los pasos, de los tramos de nazarenos, del público, de las propias calles o cualquier otro elemento que relacione el paso de nuestra Cofradía por esta zona de la ciudad. Os recordamos que debéis mandar la fotografía acompañada de vuestro nombre completo para poder identificar quien nos la remite. Gracias por vuestra colaboración.



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