miércoles, 10 de marzo de 2010

Crónica de los cultos a la Virgen de la Hiniesta

El pasado domingo 7 de marzo celebramos la Función Principal de Instituto, el culto interno más importante que hacemos durante el curso, puesto que en él manifestamos nuestra condición de católicos y de miembros de la Hermandad, con la protestación pública de fe y la jura o promesa de las Reglas. A pesar de la incertidumbre meteorológica de la jornada, pudimos apreciar como gran número de hermanos asistieron a este culto fundamental, que sirvió de colofón al extraordinario Septenario que se desarrolló durante la semana, en honor de María Santísima de la Hiniesta Dolorosa, predicado tan acertadamente por el Rvdo. Sr. D. José Antonio Perdigones Bautista y resultando realmente emotiva la ceremonia de recibimiento y jura de Reglas del sexto día, en la que treinta y seis nuevos hermanos menores de cinco años eran recibidos con plenos derechos y obligaciones en el seno de nuestra Hermandad. El último día del Septenario, el Padre Perdigones Bautista, nos recordó que la religiosidad popular que vivimos en una Hermandad no puede suplir la verdadera formación religiosa que debemos alcanzar como miembros de la Iglesia y nos invitó a potenciar nuestros conocimientos y nuestra tarea de seglares comprometidos. Podemos decir que la participación de los hermanos en los cultos a la Santísima Virgen de la Hiniesta ha sido más que aceptable, teniendo en cuenta la situación meteorológica tan adversa de algunos días, con verdaderos temporales de agua y viento. Contamos con la presencia de las Superioras de los conventos de Santa Isabel y del Colegio de San Cayetano, así como del Beaterio de la Santísima Trinidad, durante los respectivos días en que las intenciones del culto fueron especialmente dedicadas a sus respectivas comunidades. También nos acompañaron el quinto día de Septenario, los familiares de nuestro hermano Francisco Hevia Gutiérrez (q.e.p.d.), recientemente fallecido, en la eucaristía que fue dedicada por su alma. Los días segundo, cuarto y sexto de este culto a la Virgen de la Hiniesta, se recibieron a los nuevos hermanos, tal y como indican nuestras Reglas, siendo muy nutrida la participación de los mismos.


La Santísima Virgen de la Hiniesta, aparecía en el presbiterio alto de San Julián, en un hermoso altar de cultos con profusión de cera y claveles blancos en las antiguas jarras del paso de palio. Lucía manto azul bordado, en aplicación, con oro y sedas de colores y saya blanca bordada en oro, a realce, y con la corona en plata que realizara Orfebrería Mallol y que fue donada por el grupo de mujeres del ropero. Todo el presbiterio se hallaba cubierto por cortinajes azules y a modo de dosel el techo de palio, la bambalina delantera y dos varales, servían de trono para la Santísima Virgen.



El día de la Función Principal de Instituto, gran número de hermanos participaron en la Eucaristía, así como una importante cantidad de Hermandades e instituciones. Estuvieron presentes, representaciones de la Orden de Caballeros de San Clemente, el Director de la Agrupación Musical “Santa María Magdalena” de Arahal (Sevilla), las Hermandades de Jesús Despojado, San Roque, la Estrella, la Amargura, Cautivo de San Pablo, Redención, Cerro del Águila, Negritos, Montesión, Pasión, Gitanos, Sagrada Mortaja, Servitas, Trinidad y del Rosario de San Julián. Ésta última tuvo el hermoso y tradicional gesto, de regalar a la Santísima Virgen un gran centro de flores antes del comienzo de la ceremonia, que fue colocado por miembros de ambas Juntas de Gobierno, del Rosario y la Hiniesta a los pies de la mesa de altar, rezándose un Ave María a la Virgen y pidiendo el amparo de ambas advocaciones para los presentes.



Tras la procesión de entrada del cortejo litúrgico, antes de que nuestro Director Espiritual y Párroco de San Julián, Rvdo. Sr. D. Juan Manuel Cazorla Baena, empezara la Eucaristía, nuestro Hermano Mayor, D. Francisco Granados Gómez, leyó un comunicado en el cual mostraba la adhesión de la Hermandad, a la III Marcha por la vida, que en esos momentos partía de la Plaza Nueva y donde las Hermandades sevillanas estaban convocadas. Se manifestó nuestra defensa a ultranza de la vida humana desde el primer momento de su concepción hasta su muerte natural, rechazando las teorías que pudieran propugnar lo contrario. Tras la predicación de nuestro Director Espiritual, el Secretario en nombre de la Hermandad hizo la protestación de fe, que concluyó con la promesa o jura de los presentes, que durante cerca de media hora renovaron el tradicional voto de aceptación de nuestras creencias religiosas y de las Reglas de la Hermandad. La Coral Polifónica “Virgen de la Hiniesta”, nos deleitó con sus interpretaciones, alcanzando una alta calidad musical, que durante la protestación se alternaron con la interpretación a órgano de las marchas procesionales “Santísimo Cristo de las Siete Palabras” y "Jesús de las Penas"de Antonio Pantión Pérez y de "Coronación de la Macarena" de Pedro Braña Martínez. Durante cerca de media hora, los hermanos confesaron y prometieron su fe ante la mirada atenta de nuestra Madre Hiniesta. Toda la ceremonia resultó solemnísima tal y como requiere un culto tan principal.



A la finalización de la ceremonia religiosa, pudimos disfrutar de la tradicional comida de Hermandad, verdadero y único foro de confraternidad entre los hermanos que tienen en este acto un momento de distendida convivencia para empezar a contar los escasos días que faltan para el soñado Domingo de Ramos. Durante la comida de Hermandad pudimos oir y deleitarnos con la voz de Soledad Navarro, hija de un antiguo hermano nuestro, al cantar sendas saetas dedicadas al Santísimo Cristo de la Buena Muerte y a María Santísima de la Hiniesta. Hubo un sorteo de un jamón cedido por la empresa patrocinadora de las instalaciones y un recuerdo en forma de homenaje merecido a nuestra hermana Antonia Acosta, que con unas sentidas y emocionadas palabras, agradeció a todos los presentes este recuerdo. Terminada la comida se continuó la jornada en la Casa de Hermandad, donde la Diputación de Obras Asistenciales se encargó de explotar el bar con bebidas y dulces típicos de la Cuaresma y en un ambiente realmente cordial transcurrío el resto de la tarde, visionando sucesivos videos de nuestra Cofradía en distintos años. A esta convivencia que comenzamos en la comida de Hermandad, se fueron uniendo a lo largo de la tarde, algunos hermanos, para disfrutar del día jubiloso de la Función Principal de Instituto.

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