domingo, 26 de septiembre de 2010

Nuestro itinerario: entrada y zona de influencia

Finalizamos en este primer domingo del otoño nuestro camino por las calles que conforman nuestro recorrido en la tarde del Domingo de Ramos. Hemos visto las calles, plazas y rincones que conforman el sendero azul y blanco de la Cofradía de la Hiniesta. Hemos visto curiosidades de los nombres y de anécdotas de estas vías y hemos vuelto a revivir momentos muy especiales que cada hermano de la Hiniesta siente por esas calles acompañando al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Santa María Magdalena y María Santísima de la Hiniesta Dolorosa. Hemos denominado a esta zona entrada y zona de influencia. Comprende una serie de calles y plazas de especial interés por su belleza plástica en conjunción con el discurrir de nuestros pasos procesionales, son concretamente las calles Doña María Coronel, Bustos Tavera, plaza de San Marcos, Vergara, Hiniesta, Lira, Duque Cornejo y San Julián.


Por la calle Doña María Coronel entra la Cofradía en la zona más cercana a la entrada. Es una calle de gran belleza para los fotógrafos y público en general ya que el entorno de la parroquia de San Pedro con su torre al fondo, los naranjos y el discurrir por las casas y conventos de la misma es una de las zonas de más interés para poder ver la Cofradía. Esta vía tuvo en otros tiempos los nombres de Santa Inés y San Felipe Nerí por los conventos que en ella estaban, una zona también tomó el nombre de San Quintín, que actualmente lo tiene una pequeña placita que se abre en la calle. Desde 1845 se le da el nombre de Doña María Coronel, en honor de la mecenas del convento de Santa Inés que donó unas casas para su creación en 1374.




La calle Bustos Tavera recibe su nombre desde 1845 por estar en ella la casa de los caballeros Taveras. Parte de esta calle también recibió en tiempos los nombres de Monjas de la Paz y de Socorro por los conventos allí situados.




La plaza de San Marcos toma su nombre por la parroquia que en ella se encuentra situada. En esta iglesia radicó nuestra Hermandad durante los cuatro años posteriores al incendio de San Julián, hasta que en 1936 fue también pasto de las llamas.



La calle Vergara da acceso a las calles más intimistas del recorrido, los denominados popularmente como “callejones de San Julián”, por donde el lento discurrir es una estampa inolvidable para el público que se aglomera para presenciar la Cofradía. El nombre de esta calle se dio para conmemorar el acuerdo de Vergara, donde terminó la primera guerra carlista en 1839. En el año 1869 se segregó esta calle de la plaza de San Marcos para tomar ese nombre.




La calle Hiniesta toma su nombre en 1845 para sustituir a la antigua calle Rascaviejas, en honor a los espaderos y cuchilleros que vivían en ella y que se dedicaban a la limpieza de las espadas viejas. A espaldas de la parroquia de San Marcos en unas casas situadas en la calle Rascaviejas se creó un hospital bajo la advocación de la Virgen de la Hiniesta.





La calle Lira toma su nombre en 1868 y se le concede de forma arbitraria. Es una calle de gran estrechez en alguno de sus tramos, resultando algunas maniobras de los pasos de gran precisión para poder acceder por estas zonas.



La calle Duque Cornejo toma su nombre en honor del insigne escultor sevillano Pedro Duque Cornejo que vivió en esta calle. Su nombre se adjudicó en 1859 y en la antigüedad se denominó calle de los Beatos en su tramo más cercano a San Julián y calle de Rosillas en su tramo más cercano a la iglesia de San Luis.




El tramo final de nuestro recorrido termina en la plaza de San Julián que toma su nombre por la parroquia sede canónica de nuestra Hermandad.


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