Ha sido presentada la nueva saya de terciopelo azul, bordada
en hilo de oro con azucenas en plata donada por el grupo de mujeres del ropero de la Virgen a María Santísima de la Hiniesta Dolorosa. Presentamos un pequeño
reportaje fotográfico de la misma, y reproducimos el texto explicativo del diseñador
que ha creado esta nueva pieza, magistralmente confeccionada por el bordador
Manuel Solano.
Estilísticamente,
el diseño sigue la línea de las piezas más singulares del ajuar de bordados de la
Hermandad, retomando en el mismo los postulados estéticos a través de los
cuales Juan Manuel Rodríguez Ojeda realizó su aportación personal al bordado
sevillano del Regionalismo en los albores del siglo XX.
Ha sido por tanto la principal
fuente creativa el conjunto formado por el palio y el manto de María Santísima
de la Hiniesta Dolorosa, realizados en el taller de Rodríguez Ojeda según su
propio diseño en 1906, y a través de los cuales quedaron sentadas las bases de
una estética y personalidad propias que se convertirán con el paso del tiempo
en sello identificativo no solo del paso de la dolorosa sino de la propia
cofradía.Por ello, para la realización del diseño se ha llevado a cabo un
estudio de las piezas mencionadas así como de la obras coetáneas del autor, y en
las que, fundamentalmente influido por el bordado de los siglos XVI y XVII, Rodríguez
Ojeda comenzó a articular su propio lenguaje creativo.
El dibujo, con una composición simétrica,
describe una decoración de carácter vegetal que ocupa la mayor parte de la
superficie visible de la prenda. Tanto en la saya como en las mangas, se dispone
en sus extremos una cenefa a modo de “eses” enfrentadas entre cordones,
reproduciendo la que presentaba el manto en su estado original. Entre los
elementos ornamentales adquieren especial protagonismo los tallos, que partiendo
de los extremos inferiores de la saya se enroscan entre sí junto con hojas,
sarcillos y otros elementos vegetales, quedando enlazados por una cartela a
modo de hebilla. De la misma, centrando la composición, parte una jarra con azucenas,
símbolo de la Virginidad de María, y que en número de cinco hacen referencia a
las palabras que componen la invocación de las letanías lauretanas“Reina
Concebida sin Pecado Original”. Redunda en el discurso inmaculista el azul
del tejido base, a su vez propio y característico de la iconografía de la
imagen.
La obra ha sido realizada por el
taller de bordados de Manuel Solano, de Morón de la Frontera. En lo que
respecta a su materialización, y a diferencia del manto y el palio, la
decoración bordada será realizada en hilo de oro, a excepción de las azucenas
que lo serán en plata. En base a un criterio de unidad estética, para la
realización de los elementos bordados se tomarán como referencia las técnicas
presentes en las obras de Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Gonzalo Navarro
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