A petición
de la Hermandad de la Hiniesta se redacta este informe de restauración de los
faroles de Cruz de Guía.
En el año
2017 se realizó una primera intervención de urgencia en uno de estos faroles,
cuya cogida interior estaba rota y fue reparada. Se realizó también una
limpieza de ambos faroles en las
dependencias de la Hermandad, usando una serie de ceras para restituir la
madera perdida, entendiendo y advirtiendo en todo momento a la Hermandad del
carácter provisional de esta actuación. Se quedó pendiente una restauración más
a fondo en el taller. Gracias a esto y a un estudio previo pudimos valorar la
necesidad de esta intervención. Los previsibles daños se confirmaron una vez
iniciado el proceso de desmontaje y aparecieron nuevos inconvenientes y deterioros
que no se observaban a simple vista.
Encontramos
daños importantes debidos al uso de dichos enseres que habian desajustado
diferentes piezas de madera y desmembrando ensambles que afectaban a su
estructura.
Procedimos
al desmontaje completo de las diferentes piezas que conforman el farol. Para
actuar minuciosamente sobre cada una de ellas, reparándolas y volviendo a
acoplar. Los daños se concentraban en los vértices de las molduras y en las
propias molduras. Encontramos bastidores rotos, molduras que fueron reparadas
con pegamentos inapropiados, incluso piezas sujetas con grapas. Cuando retiramos
la orfebrería se desprendieron algunas de estas molduras y pudimos apreciar
claramente que los faroles estaban
descuadrados en su estructura. Aparecieron además restos de productos
limpiadores de la plata, que son muy corrosivos para la madera. Numerosas
piezas estaban desajustadas y sueltas. En el asta de cada uno de los faroles se
apreciaban gran cantidad de arañazos superficiales y otros tantos de gran
profundidad. La parte más dañada era la que corresponde a la fijación de la
argolla.
En resumen
podemos decir que el estado de estas piezas requería una reparación especializada de calado.
El proceso
comenzó con la retirada de toda la orfebrería, que ha sido limpiada y nos ha
permitido valorar la necesidad de acometer otra fase de restauración que
incluya el arreglo de las perillas. El resto de la plata parece estar en
condiciones, aunque debe ser un profesional orfebre el que lo valore.
Una vez
desmontado completamente procedimos una primera limpieza para eliminar los
restos de limpiadores de plata, polvo y productos superficiales como ceras y
barnices. Se eliminaron pegamentos inapropiados y se volvieron a pegar las
piezas desprendidas, así como los tramos en los que había importantes roturas.
Con esta acción logramos cuadrar la caja de cada uno de los faroles.
Una vez
estabilizada la estructura retiramos el barniz de todas aquellas zonas arañadas
o con golpes. Y comenzamos a reintegrar con madera de caoba nueva aquellas
piezas que tenían pérdida de madera. Todos los vértices de moldura tenían este
problema y han sido restaurados de manera minuciosa.
Se eliminó
por completo el barniz de las astas lijándolo y eliminando los arañazos. Para
evitar nuevos daños provocados por la argolla de sujeción del farol se ha
fijado esta a la madera. La medida precisa observación mediante el uso para
saber si es suficiente o será conveniente encontrar otra solución, que
necesariamente pasaría por realizar un nuevo sistema de sujeción.
Una vez concluido el proceso de restauración
se ha restituido el barniz, igualando con tintes el color de las partes
reparadas y barnizando de nuevo todo el farol. Concluyendo la intervención con
aplicación de ceras naturales para matizar el brillo y proteger la madera.
Se adjunta a
este documento un amplio archivo fotográfico en el que se pueden apreciar diferentes
fases del proceso aquí explicado. Concluyendo que se ha logrado restaurar y
consolidar estas piezas de manera satisfactoria. Toda esta experiencia nos hace
recomendar a la Hermandad y a los encargados de la manipulación y mantenimiento
de enseres unas pautas de uso claras, que pasan por realizar unos soportes para
cada farol. Además con respecto a la limpieza
de la plata recomendamos no usar ningún tipo de producto ya que son altamente
dañinos para la madera. El uso de trapos de algodón y un cepillo de dientes, es
más que suficiente para mantener la plata limpia.
JuanMa Pulido
TALLISTA
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