jueves, 14 de julio de 2016

In memoriam: Juan Peña, el Lebrijano

En la jornada de ayer recibimos la triste noticia del fallecimiento de un ilustre vecino de San Julián y devoto de la Virgen de la Hiniesta, Juan Peña, el Lebrijano. Desde estas líneas hacemos un reconocimiento a la figura de este cantaor que podíamos encontrar con frecuencia por las calles del barrio con su carácter afable y cercano.

Juan Peña, el Lebrijano
Juan Peña Fernández, más conocido como el Lebrijano, nació en 1941 en la localidad sevillana de Lebrija, gitano peculiar por su aspecto rubio con ojos azules y por su concepto del flamenco como obra en que unía las dos culturas de la antigua Al-Andalus. Estimado como el mayor heredero moderno de la tradición gitano-andaluza. Cantaor, miembro de una familia gitana y cantaora de abolengo, la de Perrate de Utrera, a la que pertenece su madre, María la Perrata. Juan Peña El Lebrijano comenzó muy joven como guitarrista, pero al hacerse evidentes sus posibilidades como cantaor a raíz de su triunfo en el concurso de Mairena del Alcor (1.964), decidió dedicarse en exclusividad al cante.

El Lebrijano atrajo desde siempre la atención de los aficionados y estudiosos, que intuían en él un cantaor fuera de lo común, y el tiempo no les defraudaría. Fue enseguida considerado uno de los mejores cantaores de este tiempo, pues a su voz redonda y de hermoso timbre, unía una afición y un conocimiento que le permitían estudiar e interpretar con maestría los más diferentes estilos. Su última obra fue “Cuando Lebrijano canta se moja el agua”, frase que le dedicó Gabriel García Márquez y que sirve de tributo al premio Nobel de literatura, ya que son textos del autor colombiano los que sirven de letras a los variados cantes que conforman este trabajo.

Entre los múltiples premios cosechados en su carrera profesional debemos recordar la concesión de la medalla de Andalucía en 1986, por el que tenía el tratamiento de Ilustrísimo señor, la medalla de oro al trabajo por el Ministerio de Cultura en 1997, tomando el tratamiento de Excelentísimo señor y el reconocimiento de su localidad natal, Lebrija en 2009 con la concesión del título de Hijo predilecto.
Rogamos una oración por el eterno descanso de su alma y que la Virgen de la Hiniesta lo guarde. Juan Peña, el Lebrijano, descanse en paz.

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