"ID Y HACED QUE TODOS LOS PUEBLOS SEAN MIS DISCÍPULOS"
Este camino de nuestro Via Crucis
es, como dice San Lucas, caminar con Jesús de Nazaret (Lc, 9,57). Seguir a
Jesús es caminar con Él, ofreciendo su palabra, compartiendo su
misericordia, mostrando su verdad.
Al realizar nuestro Vía Crucis, y
rezar públicamente sus estaciones, hagamos como decía Santa Teresa “la oración
es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el Cielo, un
grito de reconocimiento y de amor tanto en medio de la prueba como en la
alegría"
Así, cuando regresemos a nuestra Parroquia,
sintámonos agradecido al Señor, porque
con el Cristo de la Buena Muerte a
hombros de nuestros hermanos hemos empezado a vivir este Año Jubilar a la luz
de la Palabra del Señor, con esas palabras de Lucas "Sed Misericordiosos,
como el Padre vuestro es Misericordioso" (Lc 6,36). Ser misericordioso, no
juzgar, no condenar, perdonar y dar generosamente, comprenderemos la grandeza y
la alegría que hemos ofrecido y compartido con otros hermanos mostrando la
bondad de Jesucristo.
Antes de despedirnos, volvamos
nuestra mirada hacia Dios, veremos como Él nos mira a nosotros. Su rostro compasivo
ha llegado a corazón de muchos hermanos que han recibido la luz azul de su
mirada, que han conocido la certeza de su Buena Muerte y a los que hemos abierto las puertas de nuestra
casa, para que sientan que San Julián es también de ellos.
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