miércoles, 24 de agosto de 2011

Mantenimiento de la parroquia de San Julián

Al igual que ocurriera en el verano del pasado año, nuestra parroquia de San Julián, sede canónica de la Hermandad, ha tenido una serie de actuaciones de mantenimiento y mejora de su patrimonio artístico, que gracias al celo de nuestro párroco y director espiritual, Rvdo. Sr. D. Juan Manuel Cazorla Baena, ha sido posible. A las habituales pequeñas reparaciones o mejoras, como puedan ser arreglos de la megafonía, bombillas, aumento de las cámaras de seguridad, etc., que se han ido realizando en los meses finales de la primavera debemos añadir como en estos momentos se están revisando y reparando las cuatro campanas de la parroquia, se trata de obras que se datan entre el siglo XVII, la de mayor tamaño y más antigua hasta el siglo XIX, la más moderna.

Por otra parte debemos citar también el nuevo retablo para la Virgen de Fátima que se ha situado en la nave de la Epístola, a los pies de la misma, justo antes del altar de la Piedad. Se trata de un pequeño altar en madera oscura y bronce que sigue la estética de los altares del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y de la Piedad, titulares de nuestra Hermandad. Un marco de madera rodea a la imagen mariana que se sitúa sobre una peana dorada y un fondo de terciopelo burdeos oscuro. Como elementos decorativos aparecen dos cabezas de ángeles aladas a ambos lados de la cornisa superior y sobre el arco superior el anagrama de María sobre la que se coloca una cruz latina. En la parte inferior aparece en bronce una cartela con los nombres de Jacinta, Francisco y Lucía, los tres niños a los que se le apareció la Virgen de Fátima.

La imagen de la Virgen de Fátima está realizada en madera policromada y fue restaurada hace unos años por el escultor José Pérez Delgado, recientemente fallecido y que tanta vinculación tuvo con nuestra Hermandad, al haber intervenido en diversos titulares de la Hermandad. Anecdócticamente podemos decir que dicha imagen de la Virgen de Fátima fue bendecida por el cardenal arzobispo de Sevilla, Pedro Segura y Sáenz.

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