sábado, 7 de agosto de 2010

Nuestro itinerario: aproximación a la carrera oficial

El segundo gran bloque en el que hemos dividido el itinerario que realizamos durante la estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral en la tarde del Domingo de Ramos es el que hemos denominado aproximación a la carrera oficial. Se tratan de una serie de calles que nos conducen a la zona central de nuestro recorrido, calles de gran longitud y aglomeración de público debido a que son vías apropiadas para poder contemplar en compañía de toda la familia el discurrir de nuestra Cofradía. Las calles que vamos a reseñar en este apartado son: Feria, Cruz Verde, Correduría, Europa, Alameda de Hércules, Trajano y Plaza del Duque de la Victoria.



La calle Feria es otro de los hitos en el recorrido de nuestra Cofradía, calle con un sabor especial de Domingo de Ramos y de gran popularidad, donde luce especialmente todo el cortejo de nazarenos. Es quizás una de las calles más famosas de Sevilla, denominándose de múltiples maneras a lo largo de la historia, según los tramos de la misma. Así tenemos la denominación actual de Feria y la que comprendía entre la plaza de Calderón a la plaza de los Maldonados era Ancha de la Feria. También su tramo final se llamó Linos, por la ubicación de trabajadores del gremio de los lineros, llamándose también Lencería. El trozo frente a la plaza de los Maldonados se denominó en tiempos Montesión, en honor al convento allí existente. Su nombre parece ser que proviene de las ferias que se celebraban en torno a la iglesia de Omnium Sanctorum todos los jueves, con notable afluencia de público y de mercancías. Esta celebración permanece en nuestros días siendo llamado popularmente "el jueves". El discurrir por esta famosa calle es verdaderamente emotivo y popular por el paso del Mercado de la Feria y la parroquia de Omnium Sanctorum, donde residen las queridas Hermandades de la Virgen de Todos los Santos, Javieres y Carmen Doloroso, que nos obsequian generosamente con una ofrenda floral.






Otro importante lugar del itinerario de la Cofradía de la Hiniesta es la Cruz Verde confluencia de calles y punto de encuentro de los vecinos de la calle Feria. Allá por el siglo XV tuvo otras denominaciones como plaza de la Cruz de Caravaca, por una que hubo allí y que pasó posteriormente a la fachada de la parroquia de Omnium Sanctorum, otros nombres que tuvo este lugar fueron Pozo de los Hurones, Carpintería Vieja y finalmente Cruz Verde, por una que hubo en forja pintada en ese color y que en 1840 pasó a la torre de la iglesia de Santa Marina, tras su restauración. Las revirás de ambos pasos en la Cruz Verde son un punto de especial interés para el público allí concentrado, que aprecia la belleza de nuestros pasos bajo el sol del Domingo de Ramos.


La calle Correduría, nombre recuperado tras casi ochenta años denominándose Doctor Letamendi, en honor de un famoso médico catalán. El origen del nombre Correduría no se sabe con certeza, si bien ya en el siglo XV hay documentos escritos con esta denominación, pudiéndose tratar de una ubicación de los Corredores de la Lonja o una derivación de Correería.





El tramo final de Correduría antes de salir a la Alameda de Hércules se denomina
Europa o plaza de la Europa, en honor a una Virgen que con esta advocación tuvo retablo público allí y que hoy es conservada en la iglesia de San Martín. Esta imagen patrona de las milicias recibió en numerosas ocasiones desfiles y honores militares por parte de regimientos que iban a dar gracias a la Señora por su patrocinio y protección. El urbanismo de esta zona es algo anárquico y comprende espacios más amplios a modo de plaza y estrechas calles bajo la denominación global de Europa.



Otro de los puntos esenciales de nuestro itinerario es la famosísima
Alameda de Hércules, uno de los lugares más conocidos de la ciudad, que hasta el siglo XVI se denominó Laguna de la Peste o Laguna de la Feria y ya desde 1574 con la gran remodelación urbanística pasó a llamarse Alameda de Hércules. Primitivamente este espacio urbano fue un brazo del río Guadalquivir, de ahí su baja cota de altura y sus características de llanura que en múltiples ocasiones ha sufrido inundaciones. En el año 1574 D. Francisco de Zapata y Cisneros, Conde de Barajas y Asistente de la Sevilla, mandará desecar todo el espacio fluvial de esta laguna para crear una gran alameda con las esculturas de Hércules y Julio César debidas a Diego de Pesquera, sobre columnas traidas de los restos del foro romano de la ciudad. El trazado de la plaza fue debido a Asensio de Maeda que habia previsto una serie de fuentes diseñadas por Diego de Pesquera y Juan Bautista Vázquez y ejecutadas en la fundición del autor del Giraldillo, Bartolomé Morel y que estarían dedicadas a Baco, Neptuno y las Ninfas. A lo largo de su historia este lugar ha ido variando sus elementos decorativos y su vegetación, pudiendo citar la importante reforma de 1764 con la plantación de 1600 álamos y el aumento de fuentes a seis. Actualmente con la última remodelación se ha hecho prácticamente peatonal y un lugar de paseo y encuentro de los sevillanos. Es muy típica la instantánea de nuestros pasos enmarcados y flanquedados por Hércules, mítico fundador de la ciudad y Julio César, quien supuestamente mandó amurallarla.




La calle Trajano recibe este nombre a partir de 1845, en honor del famoso emperador romano que parece fue orihundo de la cercana ciudad de Itálica. Con anterioridad recibió el nombre de Puercos, cuando se crea la Alameda de Hércules en el siglo XVI. En esta calle tuvo su sede la academia de pintura de Francisco Pacheco, maestro del inmortal pintor Velázquez. Es la zona de nuestro recorrido que antecede al comienzo de la carrera oficial y el cruce de algunas calles como San Miguel, provoca grandes aglomeraciones de público que perjudican notablemente el discurrir de la Cofradía.




Lugar principal de la ciudad desde tiempos remotos es la
plaza del Duque de la Victoria, denominación recibida desde 1841, ya que anteriormente, desde 1500 se llamaba plaza del Duque, en honor del Duque de Medina Sidonia con Casa en esta plaza. Fue un lugar distinguido durante su historia y con monumentos como la propia Casa ducal de Medina Sidonia, donde actualmente se levanta un centro comercial o la iglesia de San Miguel, donde posteriormente se edificaría el Teatro del Duque, en cuyos bajos se ubicaba el restaurante La Vinícola, regentado por Marcos Borbolla y donde el genial Manuel López Farfán empezaría a componer los primeros compases de la inmortal marcha procesional "La Estrella Sublime", a petición de su amigo Francisco Camero, miembro de la Junta de Gobierno de la Hiniesta.



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