lunes, 9 de abril de 2012

Plazo de presentación de candidaturas

Tal y como fue anunciado por carta a todos los hermanos, con fecha 2 de febrero de 2012, hoy lunes 9 de abril de 2012, comienza el plazo de presentación de candidaturas con motivo del próximo Cabildo General de Elecciones, a celebrar D.m. el 24 de junio de 2012. Este plazo de presentación de candidaturas finaliza el 8 de mayo de 2012. Al día siguiente, una vez revisada toda la documentación, la Secretaría de la Hermandad remitirá dicha documentación al Ilmo. Sr. Vicario de la Diócesis solicitando su confirmación y se le comunicará la fecha y hora del Cabildo General de Elecciones, pidiéndose la designación de un representante de la Autoridad Eclesiástica para que presida dicho acto.

Para tener oficio en la Junta de Gobierno, los candidatos deben reunir los siguientes requisitos que se especifican en la Regla 76, apartados 1 y 2.

  • Ser hermano con más de dieciocho años de edad.
  • Tener una antigüedad como hermano al menos de tres años.
  • Residir en un lugar desde el que le sea posible cumplir las funciones de su cargo.
  • Distinguirse por su vida cristiana personal, familiar y social, así como por su vocación apostólica.
  • Seguir los programas de formación cristiana a que se refieren los artículos 18.2 y 31.4 de las vigentes Normas Diocesanas.
  • Los de estado casado, al presentar su candidatura, acompañarán una certificación de matrimonio canónico, así como una declaración de encontrarse en situación familiar regular.
En este plazo de presentación de candidaturas, se remitirá un escrito al Secretario con la relación nominal de los candidatos, con expresión del cargo que ocupará cada uno, encabezados por el que opta al de Hermano Mayor y estará firmado por todos en señal de aceptación. Con este escrito se aportarán, cuando proceda los documentos a que se refiere la Regla 76.1.f.

Los artículos a los que hace referencia la Regla 76.1.e de las Normas Diocesanas vigentes son los siguientes aparecen en el siguiente anexo:

18.2. Los Consejos de Hermandades y Cofradías organizaran programas y actividades de formación cristiana para los miembros de las Juntas de gobierno y para los candidatos a serlo.
31. 4. Presentar con su candidatura, si es de estado casado, la partida de matrimonio canónico, así como una declaración de encontrarse en situación familiar regular.

domingo, 8 de abril de 2012

Un sueño en azul y plata

Virgen de la Hiniesta
Hace siete días que las puertas de la Gloria, del cielo de San Julián, esas que tienen por forma una ojiva, debieron abrirse para que el sueño se volviera a repetir un año más. Hace siete días todo estaba preparado, los pasos, las insignias, los nazarenos, pero sobre todo la ilusión ante un nuevo Domingo de Ramos. Hace siete días todo estaba por consumar y el día de los sueños más hermosos, esa jornada añorada día tras día durante el resto del año aparecía ante nuestros ojos como un regalo para el espíritu.
Y el sueño comenzó, se abrieron las puertas, el pálpito de los corazones hiniestos latía acelerado y de nuevo sonaban las notas del maestro Peralto en el viejo San Julián, “Hiniesta” y “Cristo de la Buena Muerte”, para nuestro Cristo dormido en su más dulce Buena Muerte. Lentamente se acercaba a la Madre Hiniesta y procedía a presentarse ante el pueblo sevillano, pero el sueño se rompió como desagradable pesadilla en forma de lluvia que no permitió cumplirlo.


Altar de insignias
Virgen de la Hiniesta

La Junta de Gobierno reunida en cabildo de oficiales de urgencia y tras consulta a los profesionales en la materia, decidió realizar la estación de penitencia ante las lluvias débiles e intermitentes que nos anunciaban. Nada más lejos de la realidad cuando esa debilidad e intermitencia no se produjo durante los quince minutos que se tardó en sacar a nuestros nazarenos del cortejo del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Santa María Magdalena, ante lo cual se decidió suspender definitivamente la estación de penitencia de 2012. Lamentamos profundamente que nuestros nazarenos sufrieran esta contrariedad, que en ningún momento pensamos que pudiera producirse con la persistencia que tuvo. Al poco tiempo, las condiciones meteorológicas mejoraron y la mitad del Domingo de Ramos, con nuestras Cofradías hermanas de San Roque, la Estrella, la Amargura y el Amor, pudieron realizar sus estaciones de penitencia, pero faltaba el sueño en azul y plata, le faltaba al Domingo de Ramos la alegría de San Julián, sus nazarenos vestidos de cielo y pureza blanca de la luz del día más bonito del año, faltaba la ternura del Cristo de la Buena Muerte y el dolor de Santa María Magdalena y faltaba la más Sublime Estrella consolando y auxiliando a los sevillanos.

Paso de María Stma. de la Hiniesta

Detalle lateral del paso

Cristo de la Buena Muerte
Agradecemos a nuestros hermanos, costaleros, capataces, músicos, auxiliares, acólitos y lógicamente a todos los nazarenos, su actitud comprensiva durante los tensos momentos de espera, su respeto, sus lágrimas de alegría que eran nuestras propias lágrimas de emoción, unión y hermandad ante una unánime ilusión desbordada cuando anunciamos que se realizaría la estación de penitencia, agradecemos la entereza y disciplina de todos los hermanos ante la tristeza de no poder finalmente realizar la estación de penitencia, pese a intentarlo hasta el último momento. Son muchos años los que nos quedan por dar público testimonio de fe, acompañando al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Santa María Magdalena y María Santísima de la Hiniesta Dolorosa, y allí estaremos nuevamente, si Dios quiere. Él que escribe derecho con renglones torcidos sabe los motivos de todos los acontecimientos y debemos considerarlo como un sacrificio al Señor, una ofrenda y un testimonio de verdadera fe. Sabemos que los hermanos de la Hiniesta ya estamos pensando en el próximo Domingo de Ramos, y es que los que vivimos en azul y en plata, los que soñamos en azul y en plata, los que reímos y lloramos en azul y plata, no podemos decaer nuestro ánimo, porque es tan fuerte esa devoción y ese sentimiento, que pasarán muchos años en los que sabremos que seremos escolta fiel del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Santa María Magdalena y María Santísima de la Hiniesta Dolorosa.


Vista del paso del Cristo de la Buena Muerte

Cristo de la Buena Muerte
La Junta de Gobierno que piensa en el patrimonio artístico y humano de la Hermandad durante todo el año, y  no sólo el Domingo de Ramos, trabaja ya para preparar la próxima estación de penitencia que será esplendorosa como merecen nuestros Sagrados Titulares y el pueblo de Sevilla. El sueño truncado no quiere decir que se acabe definitivamente, simplemente se pospone, pero resurgirá antes de lo que creamos y entonces ahí estaremos con el alma encendida, con las lágrimas en los ojos por ver como un año más hacemos realidad un sueño en azul y plata.


Virgen de la Hiniesta Dolorosa

Paso del Stmo. Cristo de la Buena Muerte






Pascua de Resurrección

Resurrección
Cristo ha resucitado, resucitemos con él. La Resurrección de Cristo es el centro de la vida cristiana y el fundamento de nuestra fe. El sepulcro vacío es anuncio del misterio de la Resurrección (Ev.) y se convierte para los apóstoles en una verdad absoluta que anuncian con firmeza (1 Lect.). Es el gran misterio y el anuncio que envuelve la vida del discípulo de Cristo (2 Lect.).

En las Normas generales sobre el año litúrgico n. 22, del Misal de Pablo VI se afirma: "Los cincuenta días que van desde el domingo de Resurrección hasta el domingo de Pentecostés han de ser celebrados con alegría y exultación como si se tratase de un solo y único día festivo, más aún, como "un gran domingo". De esta aseveración se deduce la importancia de este tiempo litúrgico en el que se canta solamente el Aleluya pascual, y en el que se nos presentan cincuenta misas, entre feriales y festivas que convierten la fe y el testimonio pascual en oración comunitaria. Esta teología se completa con la meditación de los cinco nuevos prefacios pascuales, más los dos de la ascensión y el de pentecostés. De aquí se deduce que el Tiempo pascual es litúrgica y teológicamente el tiempo por excelencia de la celebración pascual del Resucitado, el tiempo del Espíritu y, en consecuencia, el tiempo de la Iglesia como nuevo pueblo de Dios. Los temas propuestos en el Leccionario dominical son los siguientes: Domingo de Pascua: la Resurrección del Señor; Domingo II: la fe de Tomás y de la comunidad; Domingo III: El encuentro con el Resucitado; Domingo IV: la salvación pasa a través de Cristo, puerta del redil y pastor bueno; Domingo V: Se constituye la comunidad en su ministerio viviendo el mandamiento nuevo; Domingo VI: La permanencia de Dios con nosotros, la comunidad se expande y se promete el Espíritu Santo; Domingo VII: La ascensión del Señor, los testimonios de la gloria de Jesús y su oración al Padre; Domingo VIII: Pentecostés, la efusión del Espíritu Santo sobre la Iglesia. Los domingos de este tiempo han de ser considerados y llamados "domingos de Pascua" y tienen precedencia sobre cualquier fiesta del Señor y cualquier solemnidad. Las solemnidades que coinciden con estos domingos han de trasladarse al lunes siguiente. Las celebraciones en honor de la Santísima Virgen o de los santos que caen entre semana no pueden ser trasladadas a estos domingos (NUAL 5;23).

Los ocho primeros días del tiempo pascual constituyen la octava de Pascua y se celebran como las solemnidades del Señor.

— Durante la octava de Pascua hágase memoria en la plegaria eucarística de los que han recibido el bautismo en la Vigilia pascual. Los neófitos tengan reservado un lugar especial entre los fieles durante todo el tiempo pascual, en las Misas dominicales, y hágase mención de ellos en la homilía y en la oración de los fieles.

— Es muy conveniente que los niños reciban su primera comunión en estos domingos pascuales.

sábado, 7 de abril de 2012

Hiniesta Dolorosa cantada de Gloria

Luis Álarez Ossorio García de la Borbolla
Llegan más tarde o más temprano unos años en los que la vida va cerrándote páginas, escribiéndote el fin de muchas cosas, entregándote las obras completas. Yo ya estoy en ellos. Y como en un libro de reglas azul y plata acaban de disponerme la última -por ahora- para seguir por este largo itinerario de la edad y la memoria: aprende a caminar sin Luis.
Luis era Luis Álvarez- Ossorio García de la Borbolla, que anteayer nos ha dejado. Luis era el sobrino de don Eladio, Luis era el hermano de Angelita, el marido de Carmen López Urrutia, el padre de Fátima y de Juan, era el abuelo de varios nietos, Luis fue muchos años el director del Banco de Madrid. Pero para mí, por encima de todo, Luis fue el hombre que me llevó de la mano delante de la Virgen de La Hiniesta cuando yo tenía dos años. Con él vestido de nazareno, empecé yo a serlo: un nazareno de la Semana Santa de Sevilla. Un pequeñajo que desde entonces vive en el gozo y corre el peligro de que tantas ilusiones le estallen cualquier día en el corazón.

La Hiniesta me conoce desde niño y yo a Ella. Y nuestro encuentro fue tan intenso que ninguno de los dos lo hemos olvidado jamás. ¿Quién sabe si aquel Domingo de Ramos de 1960 no será la última secuencia que atrape entre las pupilas para llevarme al otro mundo? Es mi punto de partida de los recuerdos y, seguramente, también el fin.

El tío Eladio, don Eladio, tenía su bufete de abogados en la calle Rioja, esquina a Sierpes, y allí había empezado mi padre a aprender como pasante su ejercicio profesional. Don Eladio había sido el mecenas encargado de restaurar la "memoria histórica" de la Hermandad de La Hiniesta después de la guerra, con el templo de San Julián destruido por el salvaje incendio de las turbas, que se tragó entre las llamas hasta las primitivas imágenes de la cofradía. Si cuando yo nací había una nueva y hermosa Hiniesta de Castillo Lastrucci, si tenía hasta una corona de reina, era porque don Eladio lo había hecho posible. Solía guardar esa corona en su despacho, depositada en una urna de cristal, posada sobre un rojo damasco, iluminada por unos focos que aún la realzaban más en su brillo. Y él me aupaba hasta esa corona, la corona de mi Virgen, y se me abrían de par en par unos ojos de dos años que son indescriptibles en su asombro. Por la mirada sorprendida de un renacuajo estaba entrando para siempre en el alma de un niño, con la corona de la Hiniesta, toda la Semana Santa de Sevilla.

Hoy me vienen imágenes sueltas, queriéndose agarrar con ahínco a mi memoria, para ir formando un paisaje entero y sin vacíos. Los primeros años de un niño en Semana Santa están llenos del recuerdo de manos: las que nos han cogido la nuestra para llevarnos hasta el lugar feliz donde se fue haciendo la primera vez de todo para nosotros. La primera vez que vimos un palio, la primera vez que cogimos cera o pedimos caramelos, la primera vez que escuchamos ”Aguas” y ”Estrella Sublime”. Luis Álvarez-Ossorio fue la mano que me llevó de nazareno en La Hiniesta y la convirtió en inseparable de mi vida. Inseparable Hiniesta, a la que andando el tiempo he regresado con mis problemas de hombre, desterrado del paraíso fugaz de la inocencia, acudiendo secretamente, sin que nadie lo supiera, hasta San Julián, para no perderme tomando decisiones, poniéndome de acuerdo con Ella sobre lo que hacer y lo que no hacer, buscándome de niño ante su paso, como si en la infancia estuviera siempre la verdad de un hombre que pretendiera, al cabo de tantos años, encontrar restos de aquel Domingo de Ramos de 1960, o pedazos de sol de aquella tarde. En aquella Semana Santa era un mico con el antifaz levantado al sevillano modo, sujeto con imperdibles, cuidando que en su doblez, sobre el capirote, quedara a la vista el escudo de la Hermandad.

Pero con La Hiniesta también Luis se hizo inseparable. Como Carmen, su mujer, como sus hijos Fátima y Juan y ahora empiezan a serlo para mí sus nietos. Guardo las viejas fotos junto a él como oro en paño, cuando la Virgen salía de hebrea. Algunas están quebradas más por la emoción que por el tiempo. ¡Cuántas veces ya esa emoción es sepia!

Lo que nunca pude imaginarme es que fuera a despedirme de Luis, como ayer tarde, en la víspera de un nuevo Domingo de Ramos, ante el paso en San Julián de nuestra Virgen, abrazando fuertemente a Carmen y a Fátima. Y cuando empezó la misa, como si de una señal se tratase, de un beso suave y azul del cielo, la coral entonó el canto más inesperado de un momento triste en la tarde nublada y lluviosa de un sábado antes del Domingo de Ramos: Gloria. De ella se vistió, entre lágrimas nuestras y de La Hiniesta, el aire del adiós a un hombre inolvidable.


*Publicado por José María Fuertes en Sevilla Press, el 1 de abril de 2012, Domingo de Ramos. Nuestro hermano Luis Álvarez Ossorio García de la Borbolla, era el número uno en la nómina de hermanos y falleció el pasado jueves 29 de marzo de 2012.

jueves, 5 de abril de 2012

Decreto sobre el ayuno y abstinencia el Viernes Santo


Nuestro pastor diocesano, monseñor Asenjo Pelegrina, con motivo de la llegada de un nuevo Viernes Santo y como recuerdo de la Pasión y Muerte del Señor, ha promulgado un decreto sobre la ley y obligación de ayuno y abstinencia en esta santa jornada del calendario litúrgico, dispensando a los fieles de nuestra archidiócesis del cumplimiento de esta ley debido a los condicionantes especiales que concurren en nuestra tierra por la forma de celebración de este día, no obstante pide que en su defecto se haga alguna obra de caridad con los pobres o de penitencia. Reproducimos el texto íntegro del decreto del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla. 


Decreto sobre el ayuno y abstinencia

miércoles, 4 de abril de 2012

Santo Triduo Pascual

Santísimo Cristo de la Buena Muerte
El Santo Triduo pascual de la pasión, muerte y resurrección del Señor es el punto culminante de todo el año litúrgico; todos los demás tiempos se encaminan a él y todos reciben de él su eficacia sacramental. Se llama Triduo pascual porque con su celebración se hace presente y se realiza el misterio de la Pascua, es decir, el tránsito del Señor de este mundo al Padre. Con la Eucaristía de la Cena del Señor en la tarde del Jueves Santo comienza el Triduo Pascual, que tiene su primer día en el Viernes Santo de la Pasión del Señor, continúa el Sábado Santo de la Sepultura del Señor, que es el segundo día del Triduo y llega a su culminación en la Vigilia Pascual que se prolonga a lo largo de todo el Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor. Las celebraciones de la primera parte del Triduo (misa vespertina del Jueves Santo y celebraciones del Viernes y Sábado Santo durante el día) son intensamente sobrias; en cambio la noche santa de la Resurrección es una fiesta rebosante de alegría. El paso de la tristeza al gozo se expresa en la misma Vigilia Pascual, celebración del tránsito de Cristo, de su muerte a su resurrección. Que se haga este paso en la liturgia es fundamental, para captar la realidad salvífica que se conmemora. La culminación del Triduo Pascual es la Vigilia Pascual en la que hacemos memoria sacramental de la resurrección del Señor.
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La Hermandad Sacramental de Nuestra Señora de la Hiniesta participa en la organización de estos solemnes cultos, que son el fundamento de nuestra fe. Los horarios de este triduo son los siguientes:           

- Jueves Santo: Misa de la cena del Señor. 17:00 horas.     
- Viernes Santo: Adoración de la Santa Cruz. 16:00 horas. 
- Sábado Santo: Vigilia Pascual. 22:00 horas.

lunes, 2 de abril de 2012

Cupón de la ONCE dedicado a la Hiniesta


El martes 3 de abril de 2012, el motivo principal del cupón de la ONCE será la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada, con motivo del VI Centenario fundacional de la Hermandad de Gloria. El pasado 20 de marzo fue presentado dicho cupón en el Excelentísimo Ayuntamiento de Sevilla, contando con la presencia de nuestro Hermano Mayor Honorario, el Excmo. Sr. D. Juan Ignacio Zoido Álvarez, Alcalde de Sevilla, D. Patricio Cárceles Sánchez, Delegado Territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla y de nuestro Hermano Mayor D. Francisco Granados Gómez.
Cupón de la ONCE

El departamento de diseño de dicha institución ha creado en una franja horizontal en tonos anaranjados que va degradando su tonalidad de más intensidad en la zona inferior a una claridad mayor en la zona superior un espacio donde aparecen los distintos elementos conmemorativos: logotipo, imagen y leyenda. En la zona izquierda encontramos el logotipo del VI Centenario fundacional de la Virgen de la Hiniesta, original de D. José Constantino Heredia Torres y una instantánea de la Santísima Virgen de la Hiniesta con el único aditamento de las coronas y el símbolo de su advocación, la retama de Hiniesta. Todos estos elementos aparecen sobre una marca de agua de la misma imagen de la Virgen con el niño que se repite en forma circular. En la zona derecha de esta franja la siguiente leyenda: “1412 – 2012. La Hiniesta. VI Centenario de la Hermandad de Gloria de la Virgen de la Hiniesta. Sevilla”. La franja inferior más estrecha que la anterior tiene color morado y en ella aparece la fecha de venta de este cupón, el 3 de abril de 2012 y el importe del mismo 1,50 €, mientras que la zona superior queda reservada para el número de serie y en vertical a la derecha el nombre de la ONCE.