Continuamos
nuestra sección desde la lejanía, en esta ocasión con un hermano
que reside en la ciudad eterna, en Roma, centro de la cristiandad y
capital de Italia. Son casi 1.700 kilómetros de distancia, los que
separan a este sevillano de 32 años, de su Hermandad del alma. Es hermano de la Hiniesta desde que
nació y en el pensamiento de su familia desde incluso antes, ya que
pertenece a una familia en la que muchos miembros son hermanos. Desde
pequeño se integró en la Hermandad, colaborando y ayudando siempre
que pudo, por eso en estos momentos valora mucho más las escasas ocasiones en que viene por Sevilla y sobre todo su soñado Domingo de
Ramos, que es un día tan especial que no tiene palabras para
describirlo.
Este
cofrade de la Hiniesta, que nació en Sevilla en 1979, juraría las
Reglas de la Hermandad, en el mes de febrero de 1980, aunque con
quince minutos de vida su tío Juan León, llevaría a la Hermandad
la solicitud de ingreso. Su vínculo con la Hermandad le viene por
sus familiares Eduardo Castro, Alejandro Castro , Juán
León , Pepe León , Antonio Sobrado, más conocido por todos como
“el Nini”,
Esperanza León y su abuela Lola Morales (q.e.p.d.). Comenta como
“desde mi nacimiento mi vida siempre ha
girado en torno a la Hermandad. De mi infancia tengo recuerdos de
cuando estaban montando los altares de culto y yo estaba por allí
jugando y trasteando con los demás niños y echando una mano en lo
que podía”.
Con tres meses de edad |
Prosigue su relato diciendo que según me ha contado mi madre, con tres meses, en vísperas del Domingo de
Ramos, me hizo la ropa de costalero y salí a la calle vestido así
con unas zapatillas que me regaló el actual capiller de la
Hermandad, Manuel Jiménez, más conocido por todos como “el
Huevo”. En la Cofradía he salido de
nazareno, acólito, costalero, auxiliar del Diputado Mayor de
Gobierno y auxiliar de Priostía. Comenta también que de la etapa
infantil tiene un recuerdo muy especial cuando aparece en su mente la
época en que sus padres explotaban el bar de la Hermandad. Hay mucha
añoranza y alegría en sus palabras, dice que “la
casa siempre estaba llena y se organizaban torneos de futbito en el
antiguo patio grande, se jugaba al futbolín, ping pong, etc. Aquella
fue una época que la recuerdo con mucha alegría porque estaba todos
los días en San Julián, ya que mi padre trabajaba en el bar y mi
madre formaba parte del Coro de la Hermandad de la Hiniesta”.
Francisco Javier de acólito |
En
lo que concierne a su trabajo y trayectoria en la Hermandad comenta
que ha echado una mano “en casi todos los campos de la Hermandad,
trabajando para la tómbola benéfica, doblando cartas, pegando
sellos, etc., pero es en la priostía donde más he trabajado,
primero con mis familiares, Eduardo Castro y Juan León, con Arturo
Rojano, Paco Arnáiz, Paco García Guzmán (q.e.p.d.) y ya de mayor
con Joaquín Sánchez, Emilio Balbuena, Pedro Bueno, Pedro Orozco,
Antonio Lombas, David Perea, Julio de los Ríos, etc”. Comenta
también que formó parte de una candidatura a Junta de Gobierno que encabezaba nuestro hermano Andrés Alcántara Ponce, en
el cargo de prioste segundo, pero no resultó ser la candidatura elegida, por lo que
no pudo formar parte de la Junta de Gobierno. A pesar de ello siempre
ha sido un trabajador nato y tiene recuerdos muy entrañables de como
“hemos sudado mucho, sobre todo cuando en la segunda quincena de
agosto nos reuníamos un grupo de jóvenes hermanos e íbamos a
limpiar plata para el triduo y función de la Gótica y nos
refrescábamos con la manguera que estaba en el patio del bar y
cuando acabábamos la tarea nos refrescábamos por dentro con alguna
que otra bebida, ja,ja,ja,ja”.
Otro
de los momentos más bonitos que recuerda es cuando encarnó a uno de
los Reyes Magos, en esta fiesta que la Hermandad celebra a principios
de año. Fue uno de los momentos más dulces de la vida en la
Hermandad y al mismo tiempo de los más amargos cuando tuvo que
visitar a las huérfanas del colegio de Santa Isabel, pero concluye
que fue un “día inolvidable”.
De acólito junto a su hermana |
Actualmente vive en Roma, está casado y allí trabaja y comenta con gran sinceridad que “no sabéis cuanto hecho de menos el día a día de mi Hermandad, el hablar con mi gente, reir con mi gente y sobre todo no sabéis la falta que me hacen nuestros Sagrados Titulares. El llegar a la Iglesia y hacer la ruta rezando a uno y a otro. Desde que tengo uso de razón sólo he faltado un Domingo de Ramos y mientras ellos me den fuerzas ahí estaré para acompañarlos”.
Finaliza nuestro hermano Francisco Javier haciendo una reflexión sincera y en voz alta, que de forma emocionada nos sirve como conclusión, “la Hermandad ha sido un pilar importante en mi vida porque ahí he crecido tanto como persona, como cristiano. He reido, he llorado y mis mejores amigos pertenecen a esta bendita Hermandad, amigos que siempre han estado en momentos buenos y malos. Quiero agradecer a mis padres por no dejar que me desviara del camino y gracias al secretario por acordarse de mí, en este exilio romano, y a todos aquellos que han estado, están y estarán conmigo en mi Hermandad, además os aviso que amenazo con volver”.
Si algún hermano que resida fuera de Sevilla está interesado en formar parte de esta sección, puede ponerse en contacto con la Secretaría de la Hermandad en la siguiente dirección: secretaria@hermandaddelahiniesta.org
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