miércoles, 28 de diciembre de 2011

Desde la lejanía: Francisco Javier Sobrado León

Francisco Javier Sobrado León, sentimiento azul y plata en la ciudad eterna

Continuamos nuestra sección desde la lejanía, en esta ocasión con un hermano que reside en la ciudad eterna, en Roma, centro de la cristiandad y capital de Italia. Son casi 1.700 kilómetros de distancia, los que separan a este sevillano de 32 años, de su Hermandad del alma. Es hermano de la Hiniesta desde que nació y en el pensamiento de su familia desde incluso antes, ya que pertenece a una familia en la que muchos miembros son hermanos. Desde pequeño se integró en la Hermandad, colaborando y ayudando siempre que pudo, por eso en estos momentos valora mucho más las escasas ocasiones en que viene por Sevilla y sobre todo su soñado Domingo de Ramos, que es un día tan especial que no tiene palabras para describirlo.

Este cofrade de la Hiniesta, que nació en Sevilla en 1979, juraría las Reglas de la Hermandad, en el mes de febrero de 1980, aunque con quince minutos de vida su tío Juan León, llevaría a la Hermandad la solicitud de ingreso. Su vínculo con la Hermandad le viene por sus familiares Eduardo Castro, Alejandro Castro , Juán León , Pepe León , Antonio Sobrado, más conocido por todos como “el Nini”, Esperanza León y su abuela Lola Morales (q.e.p.d.). Comenta como “desde mi nacimiento mi vida siempre ha girado en torno a la Hermandad. De mi infancia tengo recuerdos de cuando estaban montando los altares de culto y yo estaba por allí jugando y trasteando con los demás niños y echando una mano en lo que podía”.

Con tres meses de edad
Prosigue su relato diciendo que según me ha contado mi madre, con tres meses, en vísperas del Domingo de Ramos, me hizo la ropa de costalero y salí a la calle vestido así con unas zapatillas que me regaló el actual capiller de la Hermandad, Manuel Jiménez, más conocido por todos como “el Huevo”. En la Cofradía he salido de nazareno, acólito, costalero, auxiliar del Diputado Mayor de Gobierno y auxiliar de Priostía. Comenta también que de la etapa infantil tiene un recuerdo muy especial cuando aparece en su mente la época en que sus padres explotaban el bar de la Hermandad. Hay mucha añoranza y alegría en sus palabras, dice que “la casa siempre estaba llena y se organizaban torneos de futbito en el antiguo patio grande, se jugaba al futbolín, ping pong, etc. Aquella fue una época que la recuerdo con mucha alegría porque estaba todos los días en San Julián, ya que mi padre trabajaba en el bar y mi madre formaba parte del Coro de la Hermandad de la Hiniesta”.

Francisco Javier de acólito
En lo que concierne a su trabajo y trayectoria en la Hermandad comenta que ha echado una mano “en casi todos los campos de la Hermandad, trabajando para la tómbola benéfica, doblando cartas, pegando sellos, etc., pero es en la priostía donde más he trabajado, primero con mis familiares, Eduardo Castro y Juan León, con Arturo Rojano, Paco Arnáiz, Paco García Guzmán (q.e.p.d.) y ya de mayor con Joaquín Sánchez, Emilio Balbuena, Pedro Bueno, Pedro Orozco, Antonio Lombas, David Perea, Julio de los Ríos, etc”. Comenta también que formó parte de una candidatura a Junta de Gobierno que encabezaba nuestro hermano Andrés Alcántara Ponce, en el cargo de prioste segundo, pero no resultó ser la candidatura elegida, por lo que no pudo formar parte de la Junta de Gobierno. A pesar de ello siempre ha sido un trabajador nato y tiene recuerdos muy entrañables de como “hemos sudado mucho, sobre todo cuando en la segunda quincena de agosto nos reuníamos un grupo de jóvenes hermanos e íbamos a limpiar plata para el triduo y función de la Gótica y nos refrescábamos con la manguera que estaba en el patio del bar y cuando acabábamos la tarea nos refrescábamos por dentro con alguna que otra bebida, ja,ja,ja,ja”.

Formando parte del cuerpo de acólitos de la Hermandad

Otro de los momentos más bonitos que recuerda es cuando encarnó a uno de los Reyes Magos, en esta fiesta que la Hermandad celebra a principios de año. Fue uno de los momentos más dulces de la vida en la Hermandad y al mismo tiempo de los más amargos cuando tuvo que visitar a las huérfanas del colegio de Santa Isabel, pero concluye que fue un “día inolvidable”.

De acólito junto a su hermana

Actualmente vive en Roma, está casado y allí trabaja y comenta con gran sinceridad que “no sabéis cuanto hecho de menos el día a día de mi Hermandad, el hablar con mi gente, reir con mi gente y sobre todo no sabéis la falta que me hacen nuestros Sagrados Titulares. El llegar a la Iglesia y hacer la ruta rezando a uno y a otro. Desde que tengo uso de razón sólo he faltado un Domingo de Ramos y mientras ellos me den fuerzas ahí estaré para acompañarlos”.

Francisco Javier en la plaza de San Pedro de Roma

Finaliza nuestro hermano Francisco Javier haciendo una reflexión sincera y en voz alta, que de forma emocionada nos sirve como conclusión, “la Hermandad ha sido un pilar importante en mi vida porque ahí he crecido tanto como persona, como cristiano. He reido, he llorado y mis mejores amigos pertenecen a esta bendita Hermandad, amigos que siempre han estado en momentos buenos y malos. Quiero agradecer a mis padres por no dejar que me desviara del camino y gracias al secretario por acordarse de mí, en este exilio romano, y a todos aquellos que han estado, están y estarán conmigo en mi Hermandad, además os aviso que amenazo con volver”.


Si algún hermano que resida fuera de Sevilla está interesado en formar parte de esta sección, puede ponerse en contacto con la Secretaría de la Hermandad en la siguiente dirección: secretaria@hermandaddelahiniesta.org

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