Inmaculada Concepción |
Día
de alegría dentro del calendario litúrgico pues celebramos la
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, patrona
de España. Se cumplen doscientos cincuenta años de su patronazgo.
Es día de júbilo para nuestra ciudad, ya que siempre se ha mostrado
defensora a ultranza de este dogma
de fe. La
Iglesia en este tiempo litúrgico de adviento
venera de una forma especial a María. La fiesta de la Inmaculada
debe enmarcarse en el conjunto de este tiempo fuerte. María es el
modelo, la discípula que nos enseña cómo esperar al Señor. La
intervención de Dios después del primer pecado adjudica la victoria
al linaje de la mujer (1 Lect.). María, la mujer del «sí» total
al Señor, es la llena de gracia (Ev.). Dios en su Hijo nos ha
bendecido para que seamos santos e irreprochables ante Él por el
amor (2 Lect.).
El 8 de
diciembre es día grande en nuestra Hermandad, en nuestra ciudad y en
nuestro país, puesto que la Iglesia celebra la Solemnidad
de la Inmaculada Concepción,
patrona de España. Es una jornada de especial significación dentro
del calendario de cultos de la Hermandad, puesto que se conmemora la
definición del Dogma
Concepcionista,
promulgado en 1854 por Su Santidad Pío IX. En el ofertorio de la
ceremonia religiosa y en nombre de toda la Hermandad, es leído el
voto concepcionista y la Junta de Gobierno hace juramento del mismo.
Antes de terminar la función religiosa, se entregan unos diplomas
acreditativos de los veinticinco y cincuenta años de permanencia en
la Hermandad, así como de una medalla de plata para estos últimos,
con lo cual es un día hermoso para muchos hermanos que reciben un
reconocimiento a la lealtad a la institución, a la defensa de los
intereses de la Hermandad por encima de los propios y a su ejemplo de
cariño hacia nuestra corporación.
Nuestra
Hermandad históricamente ha defendido este dogma de la Iglesia,
incluso antes de ser promulgado oficialmente, así en 1613 ya hizo
público voto en favor del misterio concepcionista instalando un
dosel sobre la Santísima Virgen de la Hiniesta donde se podía leer
Concebida
sin pecado original,
sobre este dosel un escudo con corona real contenía diversas
iniciales que se correspondían con el texto: "Genitricem
Omnipotentis ab originalis macula peccati conceptam dicimus corde",
es decir Decimos
y confesamos de todo corazón que la Madre del Omnipotente es
concebida si la mancha del pecado original.
Este fue el lema de la Hermandad hasta más de la mitad del siglo XX.
Son múltiples las muestras que hizo la Hermandad en las fiestas
inmaculistas, así se preparaban con toda solemnidad y se adornaba el
templo con especial interés, así se instalaban tarjas iluminadas
con textos alusivos al misterio inmaculista con romances, quintillas
y otros textos literarios de gran hermosura, donde se defendía la
concepción inmaculada de la Santísima Virgen María en su
advocación de la Hiniesta. En las Reglas de 1667, donde se incluye
la trasformación en Hermandad de penitencia se recoge perfectamente
que entre las fiestas a celebrar se hará "con
mayor demostración que se pudiere la de la Concepción, a la cual
disponemos asista la Hermandad en forma, y que en ella haya Vísperas,
Misa y Sermón y Música".
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