En mayo de 1999, con motivo del XXV aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Hiniesta y del CCCL aniversario del Voto de la ciudad de Sevilla a la misma, el Boletín de las Cofradías de Sevilla, dedicó el número 483, correspondiente a ese mes de mayo a estas efemérides con noticias y artículos históricos y artísticos de interés. Entre ellos uno titulado “Iconografía de la Virgen de la Hiniesta en el grabado”, realizado por el especialista en la materia, Juan Carlos Martínez Amores, que fue desglosando los distintos elementos artísticos de representaciones de la Virgen de la Hiniesta en esta disciplina plástica del grabado. Se trata de un recorrido por una serie de representaciones realizadas entre 1681 y 1819, en los que se aprecia la evolución iconográfica de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa.
En
este mes de agosto y como antesala a los cultos a nuestra titular letífica
vamos a ir analizando por siglos estos grabados, comenzando por el más periodo
más cercano a nuestros días, la centuria decimonónica, que cuenta con tres muestras realizadas en 1804, 1815 y
1819. Los tres grabados tienen aspectos curiosos y novedosos en la forma de
representar a la Virgen, así si bien en todos aparece vestida con ropas sobre
la talla original, al gusto de la época barroca, se presenta ante los fieles de
forma distinta, así en el primero de ellos, el de 1804, la visión frontal se
acerca al simulacro original de la imagen, aunque en un escenario de nubes y
ángeles que rodean a la imagen sobre una peana portada por querubines atlantes
y flanqueada por dos jarras con flores que no podemos distinguir si son
azucenas, símbolo de la archidiócesis de Sevilla o la propia especie floral que
da nombre a la advocación, Hiniesta. La Virgen aparece con todos los
aditamentos habituales: medialuna, ráfaga, corona real con ráfaga y cetro y
como elemento iconográfico novedoso el rosario, por la fuerte influencia en el
siglo XIX de este culto al Santo Rosario. En cuanto a la forma de vestir a la
imagen lleva saya de volantes y manto cruzado por delante y recogido sobre la
mano izquierda sobre la que sostiene también al Niño Jesús. En esta primera
representación de grabado en el siglo XIX la imagen deja de tener rostrillo como
ocurría en siglos anteriores y tan sólo tiene un tocado en el pecho, dejando la
cabeza cubierta sólo por el manto. Este grabado es anónimo y su descubrimiento
se debe a la importante aportación del recordado Juan Martínez Alcalde.
Grabado de 1804 |
La
siguiente representación de grabado es de 1815, con una presentación de la
imagen más idealizada al conferirle cierta inclinación hacia la izquierda donde
sostiene al Niño. En esta ocasión la Virgen de la Hiniesta se sitúa en una
escena de nubes con ángeles sin peana, aunque sí posee todos los aditamentos de
la anterior representación, incluido el rosario, con un manto y una saya con
motivos bordados que salpican ambas piezas. Este grabado al igual que el
anterior es anónimo.
Grabado de 1815 |
El
último grabado que comentaremos data de 1819 y es una representación del
hallazgo legendario de la Virgen de la Hiniesta, rodeada de las retamas y con
el caballero aragonés Mosen Per de Tous. El modelo iconográfico sigue las
pautas barrocas que se aprecian en los ropajes y posturas de Per de Tous, del
otro personaje y de los animales (perro y caballo). La Virgen tiene la misma
tipología de ropas de los anteriores grabados, si bien en esta ocasión son
manto y saya lisos. En cuanto a los aditamentos se repiten los anteriores (medialuna,
ráfaga, corona, cetro y rosario. Esta representación fue realizada por el
famoso grabador José María Martín (1787 – 1853).
Grabado de 1819 |
Otro
aspecto interesante son los textos que vemos a los pies de cada uno de los
grabados, que nos dan diversas informaciones:
1.-
Su denominación en los tres grabados de 1804, 1815 y 1819 como patrona de
Sevilla.
2.-
Las referencias a la existencia a una Hermandad que tiene a la Virgen de la
Hiniesta como titular.
3.-
En el último grabado de 1819, está la firma del autor, José María Martín,
mientras que los dos anteriores son anónimos. También en este grabado aparece
el nombre del señor mayordomo D. José Lorian.
4.-
Encontramos el título de Ilustre en referencia a la hermandad, debido a que
algunos de sus miembros ostentaban esta condición.
5.-
En el grabado de 1815, se puede apreciar como su creación fue por iniciativa de
un devoto de la Virgen de la Hiniesta, D. Juan García de Neira, miembro del
Consejo de Su Majestad el Rey y secretario honorario de la hermandad, así como
miembro efectivo en nómina de la corporación.
Reproducimos
los tres textos al pie de cada uno de los grabados:
"N S DE IA
INIESTA PATRONA DE SEVILLA EN LA // Parroquia de S. Julián, abrió esta lamina
su Hermandad. 1804".
"\ERDÜ RETRATO DEL HERMOSO SIMULACRO DE NTRA SRA DE LA YNIESTA // Patrona de la
Ciudad de Sevilla, y su especial protectora en todas las tribulaciones, hallada
// en una retama de los montes de Cataluña, y conducida a la parroquia de San
Julián// de dicha Ciudad, donde se venera. Primera imagen que adoraron los
católicos en dicha // Ciudad y segunda en todo el orbe cristiano // Lo saca a
luz la devoción del señor Dn Juan García de Neira, del Consejo de SM y su //
secretario honorario, hermano de la ilustrisima Hermandad, año de 1815".
"J.M. Martín f //N.S. DE LA INIESTA PATRONA DE
SEVILLA // como se V en la Yge. Parral. de S. Julián-, costeo esta lamina
su Yltre Hermandad, el año de 1819 siendo Mayordomo Dn Josef Lorian ".
No hay comentarios:
Publicar un comentario