Cuando estamos a menos de tres semanas para realizar la estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, vamos a recordar algunas cuestiones relativas con la vestimenta y las normas relativas a los nazarenos, acólitos y costaleros.
El
título III de nuestras Reglas titulado Vida de la Hermandad, dentro del epígrafe la estación de penitencia describe en el artículo 33 el hábito de los
nazarenos. Es importante contemplar fielmente esta descripción para tener una
estética uniforme y conforme a nuestra historia. En esta ocasión nos detenemos
en el hábito del cortejo del paso del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y
Santa María Magdalena. Dice el punto primero del artículo 33 de las Reglas “Túnica
de color blanco, con tras botones azules en las bocamangas, antifaz de raso
azul con escudo en el mismo figurando el Corazón de María con los siete puñales
de dolor, sobre la Cruz de la Redención; cinturón de esparto de abacá amarillo,
tamaño estrecho, completado con calcetines blancos y sandalias color cuero de
dos tiras”.
Los
hermanos nazarenos que forman parte del cortejo de Cristo deben tener en cuenta
por tanto algunos detalles como son las sandalias color cuero de dos tiras, los
calcetines blancos, el cinturón de esparto de abacá amarillo y tamaño estrecho
y los tres botones azules en cada una de las bocamangas. La túnica de cola del
cortejo de Cristo no tiene botonadura.
Como
norma general para todos los nazarenos de la Cofradía de la Hiniesta, el punto
segundo del artículo 33 de las Reglas dice que “bajo ningún pretexto será
permitido a los nazarenos y acólitos usar distintivos, joyas ni emblemas oficiales
o particulares de ninguna clase durante la Estación de Penitencia, manteniendo
el correspondiente decoro bajo la supervisión del Diputado Mayor de Gobierno”.
Siguiendo
con normas generales para todos los nazarenos, el Reglamento de Régimen Interior en su capítulo 5, sobre la
estación de penitencia y en su artículo
16 establece algunas de estas normas. Nos detenemos en los cuatro primeros
apartados en los que se dice que los hermanos que vayan a realizar la estación
de penitencia como nazarenos, se encuentran especialmente obligados a observar
las siguientes normas:
a)
Dirigirse desde su domicilio al Templo, vistiendo el hábito descrito en la
regla 34ª.1, con prontitud y sobriedad, cubierto con el antifaz, sin detenerse,
ni hablar con otras personas.
b)
Encontrarse en el Templo a la hora señalada por la Junta de Gobierno. Al
llegar, orará brevemente ante las Sagradas Imágenes Titulares, pudiendo luego
permanecer descubierto hasta el momento de organizarse la procesión, siempre
que se encuentre en el templo o en interior de la casa Hermandad. Si por algún
motivo se tuviese que salir al exterior, previa comunicación al diputado de
tramo, volverá a colocarse el antifaz y regresar con la compostura
anteriormente descrita.
c)
Mostrar su papeleta de sitio y si se le exige, también su D.N.I. a su Diputado
de Tramo, ocupando en las filas el lugar que le señale la Lista de la Cofradía,
permaneciendo en todo momento atento a sus instrucciones, las cuales obedecerá
con exacta disciplina, y colaborando con aquel en todo lo necesario para el
buen orden y compostura de la procesión.
d)
Permanecer en el lugar que ocupe en la Cofradía sin salirse de las filas salvo
por necesidad imperiosa que comunicará a su Diputado de Tramo, quien podrá
autorizarle a abandonar la Cofradía por el tiempo indispensable y con la máxima
discreción. En caso de imposibilidad definitiva de continuar, lo comunicará
igualmente a su Diputado de Tramo, retirándose luego a su domicilio de la
manera más rápida y discreta posible.
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