miércoles, 23 de septiembre de 2015

FORMACIÓN COFRADE, AÑO DE LA MISERICORDIA II





LA TRANSFORMACIÓN MISIONERA DE LA IGLESIA

En el antiguo testamento se nos dice que Abraham aceptó la la llamada de Dios para salir en busca de una tierra nueva. Moisés escuchó esa misma llamada, “Ve, yo te envío”, y a Jeremías le dijo “A donde quiera que yo te envíe irás”.


El Señor nos dice “Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido” (Mc 1, 29-39), en este sentido nos indica el Papa Francisco que “La alegría del Evangelio” es una alegría misionera y nuestro Arzobispo nos invita  a  “Ponernos en camino” a través de las misiones populares. 


 
La alegría de anunciar a Jesucristo es una necesidad tanto en lugares lejanos donde nunca ha llegado su mensaje como en nuestro propio entorno que se aleja de su palabra.  Para eso nuestra Iglesia, nuestra Parroquia, nuestra comunidad, nuestra hermandad tienen que ser la puerta de entrada para vivir con alegría el anuncio del evangelio y una puerta abierta desde donde Jesús pueda salir para llegar a la periferia de los hombres. 

 Porque Cristo se presenta como la puerta abierta que da acceso a la salvación, al encuentro real con Dios. 

 



En palabras del Santo Padre, “salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. Salgamos ofreciendo nuestra casa, nuestra Parroquia que todos desearan conocer y a nadie podemos defraudar, porque  nuestra Iglesia tiene que caminar siempre en  presencia del Señor, y nuestros cirios tienen que ser la luz del Señor”.



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