miércoles, 18 de enero de 2017

Nuevos documentos pastorales: Orientaciones pastorales (IV)

Dentro del documento de Orientaciones Pastorales Diocesanas 2016 – 2021, continuamos desglosando sus distintos apartados, así en su tercera parte titulada Líneas de trabajo pastoral veremos el primero de los epígrafes, Fortalecer el tejido comunitario de la Iglesia.

Fortalecer el tejido comunitario de la Iglesia. La comunión con Dios en el Espíritu de Cristo sana y promueve los vínculos personales, y se expresa en el amor, la amistad, la comunión y la solidaridad a nivel familiar, social y eclesial. Por tanto, la acción pastoral debe mostrar que la vida cristiana tiene la necesidad de una intensa comunión eclesial. La nueva evangelización tiene que hacerse como se hizo la primera, desde las comunidades eclesiales. La fe cristiana produjo comunidades heterogéneas, pero fraternas, con novedades históricas como la integración social de los diferentes. En estos ámbitos fraguarán cristianos capaces de ser testigos del Evangelio en sus familias, ambientes y relaciones. Frente a la crisis de los vínculos familiares y sociales, que incapacitan a tantos para mantener lazos estables y compromisos duraderos, la Iglesia debe forjar sólidos vínculos de comunión. Generalmente, no será posible promover la personalización de la fe, sin intensificar la dimensión comunitaria de la experiencia cristiana. La Iniciación Cristiana, sobre todo a las nuevas generaciones, debe desarrollarse en pequeñas comunidades, para que niños, adolescentes y jóvenes puedan aprender la fe como una experiencia significativa en sus vidas, e insertarse gozosamente en la Iglesia. Tenemos que vivir comunitariamente, alimentándonos de lo que son las fuentes de la vida de la Iglesia, tal como aparecen en los Hechos de los Apóstoles:

-       La enseñanza de los Apóstoles, es decir, la doctrina de la fe y de la moral católica en estrecha comunión con el Magisterio.
-       La oración en común y la fracción del pan, arraigados en Jesucristo por la plegaria y los sacramentos.
-       El amor fraterno hecho norma de vida, la comunión de bienes y el servicio a los pobres.

Las parroquias tienen un papel de primer orden en la conversión pastoral y misionera. Son las cabezas de puente de la evangelización. La parroquia es la comunidad de fieles que realiza a nivel local, visible, inmediato y cotidiano el misterio de la Iglesia particular. En el derecho de la Iglesia “la parroquia es una determinada comunidad de fieles cristianos constituida de modo estable en la Iglesia particular cuyo cuidado pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio”. La parroquia en nuestra cultura urbana debe ser abierta, flexible y misionera, permitiendo una acción pastoral transparroquial y supraparroquial.

OBJETIVO ESPECÍFICO

La formación de comunidades y grupos eclesiales de tales dimensiones que favorezcan verdaderas relaciones fraternas, y donde se pueda vivir intensamente la comunión.

ACCIONES

Transformar la parroquia, cada vez más, en comunidad de comunidades y movimientos. Tenemos que afrontar el reto de pasar de una parroquia entendida como centro de servicios religiosos, organizada en diferentes grupos de trabajo, a una parroquia que se estructura como comunidad de comunidades, cuyos miembros se comprometen en las diversas tareas de la comunidad parroquial: anuncio de la Palabra, sacramentos, vida común y servicio a los pobres.

Formar un archipiélago de comunidades y grupos cristianos. Una parroquia en conversión pastoral y misionera debe sentirse movida continuamente a expandir su presencia en todo el territorio confiado a su cuidado pastoral. San Pablo señala que la iglesia local se reúne en casas de una forma reiterada, aunque no exclusiva. Las casas de familia se pueden constituir en sedes de la catequesis y grupos de matrimonios, de jóvenes o mayores. Se trata de una comunidad de pocos miembros, que se reúne en una casa para orar, formarse y compartir la vida a la luz del Evangelio.

Crear grupos de visitadores misioneros. Las parroquias pueden organizar grupos de “visitadores misioneros”, que visitan discretamente a los feligreses. Se presentan como enviados por la parroquia, se interesan por ellos, dejan alguna revista u otro material, les ofrecen la ayuda o los servicios de la parroquia, rezan con ellos y los animan a acercarse a la iglesia o al grupo cristiano más próximo a su domicilio. El caso es romper el aislamiento, restaurar y fortalecer el tejido de la comunidad y de la convivencia cristiana.

Promover grupos de matrimonios o comunidades cristianas integradas por familias. Las familias serán el tejido y el principio de estabilidad y solidez de la comunidad cristiana. Como fruto de una acción pastoral intensa y sostenida, las familias cristianas se significarán en la sociedad por su estabilidad, su fecundidad y su alegría. Las familias cristianas serán los primeros testigos del amor de Dios en los ambientes, argumento viviente de que es posible el amor verdadero, fiel entre hombre y mujer, generoso y fecundo.

Introducir la Acción Católica General. En la Archidiócesis venimos ofreciendo reiteradamente el camino de la Acción Católica General. Su misión principal es la formación integral de los laicos de nuestras parroquias, pues el sentido de la nueva Acción Católica es formar seglares para la evangelización. El método de formación de la Acción Católica General abarca las diferentes dimensiones de la vida cristiana: conocer, celebrar, revisar la vida y orar.

Otros centros supraparroquiales de pastoral misionera. No pocos fieles alimentan su vida espiritual en ámbitos que sobrepasan la parroquia, como consecuencia de su afinidad con algunas devociones o iglesias que ejercen sobre ellos una influencia mayor que su parroquia territorial. En otras ocasiones dicha afinidad se polariza en torno a los nuevos movimientos eclesiales, a algunas comunidades religiosas o, como es muy frecuente entre nosotros, en la pertenencia a hermandades y cofradías. Otras veces, la vinculación con instituciones caritativas o asistenciales católicas se convierten en lugares propios para vivir la fe. Otro tanto sucede a veces con los colegios católicos o la universidad, que pueden ser centros misioneros para las familias y los barrios.

Aprovechar los nuevos Medios de Comunicación y las redes para crear vínculos de pertenencia. El anuncio cristiano encuentra un nuevo areópago en los medios de comunicación masiva. La radio, televisión, internet, facebook, e-mail, etc. no sólo son nuevas formas de comunicación, sino que también se ofrecen como posibilidad para crear vínculos de pertenencia que superan las distancias, y se revelan como instrumentos útiles que debemos asumir cada día más en todos los ámbitos pastorales.

AGENTES

• Vicaría para la Nueva Evangelización.
• Consejos Diocesanos de Arciprestes, del Presbiterio y de
Pastoral.
• Delegaciones Diocesanas de Familia y Vida, Medios de
Comunicación, Pastoral Universitaria y Pastoral de la Salud.
• Acción Católica General.
• Movimientos familiaristas.
• Nuevos Movimientos.
• Párrocos.


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