Dentro del documento de Orientaciones Pastorales Diocesanas 2016 –
2021, continuamos desglosando sus distintos apartados, así en su tercera
parte titulada Líneas de trabajo
pastoral veremos el primero de los epígrafes, Fortalecer el tejido comunitario
de la Iglesia.
Fortalecer el tejido comunitario de la Iglesia. La comunión con Dios en el Espíritu de Cristo sana y promueve los
vínculos personales, y se expresa en el amor, la amistad, la comunión y la
solidaridad a nivel familiar, social y eclesial. Por tanto, la acción pastoral debe
mostrar que la vida cristiana tiene la necesidad de una intensa comunión
eclesial. La nueva evangelización tiene que hacerse como se hizo la primera,
desde las comunidades eclesiales. La fe cristiana produjo comunidades
heterogéneas, pero fraternas, con novedades históricas como la integración
social de los diferentes. En estos ámbitos fraguarán cristianos capaces de ser
testigos del Evangelio en sus familias, ambientes y relaciones. Frente a la
crisis de los vínculos familiares y sociales, que incapacitan a tantos para
mantener lazos estables y compromisos duraderos, la Iglesia debe forjar sólidos
vínculos de comunión. Generalmente, no será posible promover la personalización
de la fe, sin intensificar la dimensión comunitaria de la experiencia cristiana.
La Iniciación Cristiana, sobre todo a las nuevas generaciones, debe desarrollarse
en pequeñas comunidades, para que niños, adolescentes y jóvenes puedan aprender
la fe como una experiencia significativa en sus vidas, e insertarse gozosamente
en la Iglesia. Tenemos que vivir comunitariamente, alimentándonos de lo que son
las fuentes de la vida de la Iglesia, tal como aparecen en los Hechos de los
Apóstoles:
-
La enseñanza de los Apóstoles, es decir, la doctrina de la fe y de la moral
católica en estrecha comunión con el Magisterio.
-
La oración en común y la fracción del pan, arraigados en Jesucristo por la
plegaria y los sacramentos.
-
El amor fraterno hecho norma de vida, la comunión de bienes y el servicio a
los pobres.
Las parroquias tienen un papel de primer orden en la conversión pastoral y
misionera. Son las cabezas de puente de la evangelización. La parroquia es la
comunidad de fieles que realiza a nivel local, visible, inmediato y cotidiano
el misterio de la Iglesia particular. En el derecho de la Iglesia “la parroquia
es una determinada comunidad de fieles cristianos constituida de modo estable
en la Iglesia particular cuyo cuidado pastoral, bajo la autoridad del Obispo
diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio”. La parroquia en
nuestra cultura urbana debe ser abierta, flexible y misionera, permitiendo una
acción pastoral transparroquial y supraparroquial.
OBJETIVO ESPECÍFICO
La formación de comunidades y grupos eclesiales de tales dimensiones que favorezcan
verdaderas relaciones fraternas, y donde se pueda vivir intensamente la
comunión.
ACCIONES
Transformar la parroquia, cada vez más, en comunidad de comunidades y
movimientos. Tenemos que afrontar el reto de pasar de una parroquia entendida como
centro de servicios religiosos, organizada en diferentes grupos de trabajo, a
una parroquia que se estructura como comunidad de comunidades, cuyos miembros
se comprometen en las diversas tareas de la comunidad parroquial: anuncio de la
Palabra, sacramentos, vida común y servicio a los pobres.
Formar un archipiélago de comunidades y grupos cristianos. Una parroquia en
conversión pastoral y misionera debe sentirse movida continuamente a expandir
su presencia en todo el territorio confiado a su cuidado pastoral. San Pablo
señala que la iglesia local se reúne en casas de una forma reiterada, aunque no
exclusiva. Las casas de familia se pueden constituir en sedes de la catequesis
y grupos de matrimonios, de jóvenes o mayores. Se trata de una comunidad de
pocos miembros, que se reúne en una casa para orar, formarse y compartir la
vida a la luz del Evangelio.
Crear grupos de visitadores misioneros. Las parroquias pueden
organizar grupos de “visitadores misioneros”, que visitan discretamente a los
feligreses. Se presentan como enviados por la parroquia, se interesan por
ellos, dejan alguna revista u otro material, les ofrecen la ayuda o los servicios
de la parroquia, rezan con ellos y los animan a acercarse a la iglesia o al
grupo cristiano más próximo a su domicilio. El caso es romper el aislamiento,
restaurar y fortalecer el tejido de la comunidad y de la convivencia cristiana.
Promover grupos de matrimonios o comunidades cristianas integradas por
familias. Las familias serán el tejido y el principio de estabilidad y solidez de
la comunidad cristiana. Como fruto de una acción pastoral intensa y sostenida,
las familias cristianas se significarán en la sociedad por su estabilidad, su
fecundidad y su alegría. Las familias cristianas serán los primeros testigos
del amor de Dios en los ambientes, argumento viviente de que es posible el amor
verdadero, fiel entre hombre y mujer, generoso y fecundo.
Introducir la Acción Católica General. En la Archidiócesis venimos
ofreciendo reiteradamente el camino de la Acción Católica General. Su misión
principal es la formación integral de los laicos de nuestras parroquias, pues
el sentido de la nueva Acción Católica es formar seglares para la evangelización.
El método de formación de la Acción Católica General abarca las diferentes
dimensiones de la vida cristiana: conocer, celebrar, revisar la vida y orar.
Otros centros supraparroquiales de pastoral misionera. No pocos fieles
alimentan su vida espiritual en ámbitos que sobrepasan la parroquia, como
consecuencia de su afinidad con algunas devociones o iglesias que ejercen sobre
ellos una influencia mayor que su parroquia territorial. En otras ocasiones dicha
afinidad se polariza en torno a los nuevos movimientos eclesiales, a algunas
comunidades religiosas o, como es muy frecuente entre nosotros, en la
pertenencia a hermandades y cofradías. Otras veces, la vinculación con
instituciones caritativas o asistenciales católicas se convierten en lugares
propios para vivir la fe. Otro tanto sucede a veces con los colegios católicos o
la universidad, que pueden ser centros misioneros para las familias y los
barrios.
Aprovechar los nuevos Medios de Comunicación y las redes para crear
vínculos de pertenencia. El anuncio cristiano encuentra un nuevo areópago
en los medios de comunicación masiva. La radio, televisión, internet, facebook,
e-mail, etc. no sólo son nuevas formas de comunicación, sino que también se
ofrecen como posibilidad para crear vínculos de pertenencia que superan las
distancias, y se revelan como instrumentos útiles que debemos asumir cada día
más en todos los ámbitos pastorales.
AGENTES
• Vicaría para la Nueva Evangelización.
• Consejos Diocesanos de Arciprestes, del
Presbiterio y de
Pastoral.
• Delegaciones Diocesanas de Familia y Vida,
Medios de
Comunicación, Pastoral Universitaria y Pastoral
de la Salud.
• Acción Católica General.
• Movimientos familiaristas.
• Nuevos Movimientos.
• Párrocos.
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