El
pasado día 4 de septiembre, el Papa
Francisco canonizaba a Teresa de
Calcuta ante unos ciento veinte mil fieles en una eucaristía celebrada en
la plaza de San Pedro del Vaticano. Madre Teresa dio siempre testimonio de
servir a Cristo en los “más pobres entre
los pobres”, enseñando que la mayor pobreza no estaba en los barrios
humildes de Calcuta, sino en los lugares donde muchas veces falta el amor o en
las sociedades que permiten el aborto.
Santa Teresa
de Calcuta nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, perteneciente en ese
entonces a Albania, y actualmente a Macedonia. Su nombre original fue Gonxha
Agnes Bojaxhiu, el cual cambio a Teresa al ingresar al Instituto de la
Bienaventurada Virgen María. Ingresó a la Congregación de las Hermanas de
Loreto en 1928, un año después llegó a la India e hizo sus primeros votos en
1937. Estuvo veinte años en dicha congregación.
El 7 de
octubre de 1950 fundó a las Misioneras de la Caridad, con el carisma de
entregarse por los más pobres entre los pobres. En 1963 fundó la rama masculina
los Hermanos Misioneros de la Caridad, en 1973 a las Hermanas Contemplativas,
en 1979 a los Hermanos Contemplativos, y en 1984 a los Padres Misioneros de la
Caridad y el movimiento Corpus Christi para sacerdotes. En 1979 se le
confirió el Premio Nobel de la Paz.
Cuando
la Congregación contaba con 3.842 religiosas en 594 casas en todo el mundo, fue
llamada a la Casa del Padre el 5 de septiembre de 1997. Fue beatificada por su gran amigo San Juan Pablo II el 19 de octubre del 2003, quién la recordó de la
siguiente manera: “Saciar la sed de amor
y de almas de Jesús en unión con María, la Madre de Jesús, se convirtió en el
único objetivo de la existencia de la Madre Teresa, y en la fuerza interior que
la impulsaba y la hacía superarse a sí misma e ‘ir deprisa’ a través del mundo
para trabajar por la salvación y la santificación de los más pobres de entre
los pobres”. Fue canonizada
13 años después por el Papa Francisco dentro
de la celebración del Jubileo de los voluntarios y operarios de la
misericordia.
El
Pontífice señalo que "Madre Teresa,
a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la
misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida
y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada
y descartada. Se ha comprometido en la defensa de la vida proclamando
incesantemente que 'el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre".
El
pasado lunes 5 de septiembre se celebró por vez primera la fiesta de Santa
Teresa de Calcuta, en el aniversario de su fallecimiento.
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