Comenzamos mañana lunes 5 de septiembre los solemnes y reverentes cultos en honor de
nuestra amantísima titular la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada
y como indica nuestra Regla 19.b.tenemos la
obligación de “asistir responsablemente a
todos los cultos”, por tanto estos días del triduo y de la función
votiva del día 8 son una buena ocasión para el encuentro en San Julián de todos
los hermanos en torno a la mesa del Señor y con la cercanía de la Virgen de la
Hiniesta.
Convocatoria de cultos |
Como se ha informado en días precedentes la predicación
de estos cultos estará a cargo de Fray
Rafael Pozo Bascón, O.F.M.Cap., en los días del triduo y del Rvdo. Sr. D. Fernando García
Álvarez-Rementería, pbro., párroco de San Julián y Santa Marina y director
espiritual de la hermandad, el día 8 función votiva y festividad de la Navidad
de la Santísima Virgen María y de la Virgen de la Hiniesta.
El color litúrgico
que corresponde a los tres días del triduo es
el verde, al encontrarnos en el tiempo ordinario y ser tres jornadas denominadas feria, es decir
días posteriores al domingo. Por su parte en día 8 de septiembre, al ser fiesta de la Natividad de la Santísima
Virgen María, corresponde el color
blanco.
La titular mariana de gloria de la hermandad, la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada es el exponente más
antiguo de devoción a la Virgen María en nuestra corporación, ya que sus
orígenes legendarios dan paso a la historia a partir de 1380 con el hallazgo y
traída al templo parroquial de San Julián de la primitiva Virgen de la Hiniesta
por el caballero aragonés Mosén Per de
Tous.
La Iglesia católica define el culto a la Santísima Virgen con el término
hiperdulía, que fue utilizado por
vez primera en el año 1963, durante el Concilio
Vaticano II y concretamente en la Constitución dogmática “Lumen
Gentium”, uno de los cuatro documentos que sirvieron como base para desarrollar
los trabajos de renovación de la Iglesia. Se describe en “Lumen Gentium” que “este culto [...] aunque del todo singular, es esencialmente diferente del
culto de adoración que se da al Verbo encarnado, lo mismo que al
Padre y al Espíritu Santo, pero lo favorece muy poderosamente". En
el culto de la Virgen María (hiperdulía) el grado de veneración es mayor que
los demás santos (dulía), pero menor a la que se considera de adoración
(latría), reservado para Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
NOTICIAS
RELACIONADAS:
No hay comentarios:
Publicar un comentario