Fray Rafael Pozo Bascón, O.F.M.Cap. |
Nace
en Puente Genil (Córdoba) 1941 en el seno de una familia humilde que trabajaba
en el campo. Es en plena posguerra civil donde se desarrolla su corta e intensa
infancia, conociendo tanto días de juego, como de hambre y de duro trabajo,
siendo muchas las noches que se acuestan sin comer, trabajó en el olivar y
aprendió a leer y escribir de manos de su padre. Con solo 12 años madura y descubre
su vocación a raíz de escuchar las palabras del Padre Esteban Pérez Cabello,
que le hacen meditar y decidir huir de la miseria, comenzando a enviar cartas
para ingresar en un seminario de Frailes Capuchinos en Antequera (Málaga). Con muchas
dificultades el 8 de marzo 1956 ingresa en el Seminario Seráfico de Antequera y
en 1965, es Fraile Capuchino con solo 24 años de edad, y se traslada a la
parroquia de Moguer (Huelva), donde organizaría en 1968 la I Semana de la
Amistad y moviliza a toda la localidad, con el apoyo de las instituciones,
presentando el programa Socio-Cultural, consiguiendo la participación de toda
la juventud de Moguer.
El
15 de febrero de 1969 es ordenado sacerdote y decide marchar como misionero a
Guatemala, otorgándole una parroquia de tres municipios y con más de noventa
aldeas a su cargo, a las que visitaba a caballo. Durante los tres largos años
que permaneció de misionero, construye 36 salones parroquiales con múltiples
usos, como son: escuela para niños, alfabetización para mujeres y sesiones
religiosas. También consigue montar una radio-escuela, reparte cuatrocientos
transistores junto con material didáctico en diferentes aldeas lejanas, y
comienza a emitir por las ondas clases para aprender a leer, al poco tiempo
logra que aprendan a leer más de ochocientas personas, sin necesidad de
realizar desplazamientos.
A
mediados de 1973 regresa a España y comienza a dar misa en Puente-Genil, donde
al llegar el verano comienza a denunciar las injusticias que afloran en la
ciudad por problemas de abastecimiento de agua en algunas zonas, lo que le hace
tener ciertas diferencias con la clase política y religiosa. A finales ese año
es trasladado a Sevilla y se hace cargo de la revista Adalid Seráfico, editando artículos reivindicativos, tratando temas
candentes en la sociedad, como el paro, los mendigos, los delincuentes, la
vivienda, las prostitutas y los marginados, ampliando la tirada de la revista
de forma muy notable. Se hace eco de las madres de niños disminuidos que ven a
sus hijos rechazados por la sociedad, y en 1979 funda la Asociación Paz y Bien,
comenzando a trabajar en una muy pequeña casa prestada, más tarde le ceden la
Finca de San Buenaventura, seguidamente en el año 1980 comienzan a fabricar y
comercializar la un tipo de fregona, con el trabajo de los mismos
discapacitados. En 1984 producen y distribuyen lejía de la misma marca, también
usando capital humano con discapacidad. Siempre sin ánimo de lucro personal,
sino para ampliar la asociación, como lo demandaban las inscripciones de más
personas con necesidad de ayuda.
Hoy
en día se han realizado treinta y dos centros que se encuentran en Andalucía,
situados en los términos de Huelva y Sevilla. Que están dedicados a sedes
especiales de empleo a discapacitados y marginados, otros son hoteles donde el
ocio y el disfrute están asegurados con total accesibilidad y otro grupo importante
son los centros de agroexplotaciones, que autoabastecen a las mismas sedes y
hoteles con frutas, carnes y verduras. Otro proyecto iniciado en el año 2000
fue la creación de “Danzaterapia” para
personas con discapacidad intelectual, consiguiendo favorecer su autonomía
motril y personal, ayudando a su autoestima. Entre los múltiples premios y
reconocimientos en su asociación “Paz y
bien” destacamos en el pasado año 2015 la concesión de la medalla de la
ciudad de Sevilla.
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