Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada |
Además de
las novenas que se
celebraban en siglos pretéritos como el siglo XVIII, XIX y principios del XX y
de la tradicional función votiva el 8 de septiembre desde 1649, a partir de la
recuperación de la imagen en 1945, se reducen estos cultos a un triduo además
de la función votiva, con la peculiaridad de que el triduo se celebraba los días 9, 10 y 11 de septiembre, es decir, después del día la Natividad de
la Virgen. Este hecho se producía por coincidir con el jubileo de las 40 horas, por lo que el culto empezaba con la
exposición del Santísimo Sacramento, misa de comunión general y procesión
claustral. Será a partir de las Reglas de 1988 cuando se instaura la actual
disposición de los cultos, el triduo los días 5, 6 y 7 de septiembre y la
función votiva el 8 de septiembre.
Nuestras Reglas actuales que se aprobaron en cabildo general extraordinario
de 15 de febrero de 2004, recogen en el título de la hermandad a María
Santísima de la Hiniesta Gloriosa Coronada, así mismo dice en su Regla 5, sobre
las imágenes que “como fuente de origen de la hermandad y gloria de su
existencia a través de los siglos, la imagen gloriosa, coronada canónicamente,
de Nuestra Señora de la Hiniesta, tallada igualmente por Castillo Lastrucci en
1945, es receptora de culto, como patente testimonio del fervor mariano de la
ciudad de Sevilla y de esta corporación”. Por lo que respecta a su culto
del mes de septiembre3, quedan definidos en la Regla 27, de los cultos anuales,
en sus apartados k) y l) que “durante los días 5, 6 y 7 de septiembre de
cada año, se celebrará solemne triduo en honor de la Santísima Virgen de la
Hiniesta Gloriosa y Coronada”, asimismo se dice que “el día 8 de septiembre de cada año, festividad de nuestra amantísima
titular la Santísima Virgen de la Hiniesta, se celebrará solemne Función
Votiva, a la que asiste la corporación municipal de Sevilla, para renovar en
nombre de la ciudad el Voto de Acción de Gracias instituido en el año 1649”.
La Regla 28 especifica que el último día del triduo, se terminará el culto con
procesión claustral del Santísimo Sacramento por las naves del templo. También
se hace alusión a nuestra titular letífica en la Regla 44 dedicada a la Función
Votiva, así dice que “el 8 de septiembre,
festividad de la Natividad de Nuestra Señora, celebrará el Ayuntamiento la
tradicional Función Votiva, conjuntamente con la hermandad, en cumplimiento del
Voto que hiciera en 1.649, asistiendo la corporación municipal bajo mazas en
representación de la ciudad de Sevilla”.
Aspectos artísticos
La actual
imagen de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa sigue el modelo original de la
talla gótica fechada en la segunda mitad del siglo XIV pero adquiriendo un
aspecto menos estilizado y de rigidez, como es común a las imágenes de esa
etapa artística y dulcificando la expresión del rostro de la Virgen y del Niño.
Antonio Castillo Lastrucci firma su obra en la peana de la Virgen con la
siguiente frase: “POR MI AMOR A LA VIRGEN DE LA HINIESTA LA HE REPRODUCIDO.
ANTONIO CASTILLO LASTRUCCI. SEVILLA 1945”. La imagen permanece exenta de
ropajes durante el año y sólo en
determinadas ocasiones (cultos, besamanos o procesión) se le sobrepone un manto
y un sencillo tocado. Como aditamentos que completan su iconografía encontramos
la corona (realeza de María), ráfaga y media luna (mujer apocalíptica vestida
de sol que apoya sus pies sobre la luna), bastón de mando (como alcaldesa
perpetua de Sevilla), medalla y llaves de la ciudad (como patrona y protectora
de Sevilla) y retama de hiniestas (alusivas a su advocación y a la leyenda de
su aparición).
La imagen
mide 1,25 metros y está realizada en madera estofada y policromada, luciendo
túnica roja y manto azul la Virgen y túnica blanca el Niño. Ambas túnicas
tienen una decoración de flores doradas, mientras que el manto de la Virgen es
liso y sólo tiene una cenefa dorada con motivos geométricos que la decoran. Los
colores azul y rojo se han relacionado tradicionalmente con el misterio
inmaculista. Como elementos iconográficos propios a la talla, además de los
aditamentos anteriormente descritos, encontramos la manzana sobre su mano
derecha que bien pudiera representar el pecado original que es vencido por la
nueva Eva, la Virgen María, al ser concebida sin mancha del mismo y el Niño
sostiene un pequeño pájaro con su mano izquierda que simboliza el alma humana.
La imagen
fue restaurada poco antes de su Coronación Canónica, el 23 de mayo de 1974 por
Antonio Izquierdo y en 1992 por José Pérez Delgado, que actuó sobre la
policromía al tener los colores muy desgastados. Finalmente entre noviembre de
2015 y mayo de 2016 fue restaurada por Pedro Manzano Beltrán actuando sobre
pérdida de soporte y limpieza y reintegración de policromía en zonas concretas.
La Virgen
fue bendecida el 9 de septiembre de 1945 en la iglesia de San Luis de los
Franceses, donde se efectuó la ceremonia votiva del Excelentísimo Ayuntamiento
de Sevilla nuevamente ante la nueva Virgen de la Hiniesta.
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