El mes de junio pertenece este año, litúrgicamente
al tiempo pascual, en sus primeros días ya que forman parte de la VII y
última semana de ese tiempo, por lo que el color en el culto salvo las excepciones propias de las distintas
tipologías de cultos, será el blanco. El resto del mes de junio se
corresponde con el tiempo ordinario,
en su segunda parte y se retoma con la IX semana de ese tiempo, por lo que el color en el culto salvo
las excepciones propias de las distintas tipologías de cultos, será el verde.
El mes de junio tiene seis grandes solemnidades muy
importantes, el día 4, Domingo de
Pentecostés, en el que concluyen los sagrados cincuenta días de la Pascua,
y se conmemoran, junto con la efusión del Espíritu Santo sobre los discípulos
de Jerusalén, los orígenes de la Iglesia y el inicio de la misión apostólica a
todas las tribus, lenguas, pueblos y naciones. El día 11, ya dentro del tiempo ordinario, la Santísima Trinidad, en la que confesamos y veneramos al único
Dios en la Trinidad de personas, y la Trinidad de personas en la unidad de
Dios. El día 18, Santísimo Cuerpo y
Sangre de Cristo, que con los últimos cambios en el calendario litúrgico se
celebra en domingo pero que primitivamente era uno de los “tres jueves en el año que
brillan más que el sol, Corpus Christi, Jueves Santo y el jueves de la Ascensión”.
El día 23, el Sagrado Corazón de Jesús,
que, siendo manso y humilde de corazón, exaltado en la cruz fue hecho fuente de
vida y amor, del que se sacian todos los hombres. El día 24, la Natividad de San Juan Bautista, precursor del Señor,
que estando aún en el seno materno, al quedar lleno del Espíritu Santo exultó
de gozo por la próxima llegada de la salvación del género humano. Su nacimiento
profetizó la Natividad de Cristo el Señor, y su existencia brilló con tanto esplendor
de gracia, que el mismo Jesucristo dijo no haber entre los nacidos de mujer
nadie tan grande como Juan el Bautista. El
día 29, San Pedro y San Pablo, apóstoles, Simón, hijo de Jonás y hermano de
Andrés fue el primero entre los discípulos que confesó a Cristo como Hijo de
Dios vivo y por ello fue llamado Pedro. Pablo, apóstol de los gentiles predicó
a Cristo crucificado a judíos y griegos. Los dos con la fuerza de la fe y del
amor a Jesucristo, anunciaron el evangelio en la ciudad de Roma, donde sufrieron
martirio.
En cuanto a las fiestas de
este mes de junio encontramos tan sólo una, el día 8, Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Se usa
el color litúrgico blanco.
En cuanto a las memorias en
este final del tiempo litúrgico de pascua y del tiempo ordinario, se pueden
citar entre las memorias obligatorias, el
día 1, San Justino, mártir; el día 3, Santos Carlos Luanga y compañeros,
mártires; el día 5, San Bonifacio, obispo y mártir; el día 13, San Antonio de
Padua, presbítero y doctor, el día 21, San Luis Gonzaga, religioso y el día 28,
San Ireneo, obispo y mártir.
Por lo que respecta a las memorias
libres, el día 2, Santos Marcelino y Pedro, mártires; el día 6, San Norberto,
obispo; el día 9, San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia; el día 19, San
Romualdo, abad; el día 22, Santo Tomás Moro, mártir; el día 26, San Pelayo,
mártir; el día 27, San Cirilo de Alejandría, obispo y doctor y el día 30,
Santos Protomártires de la Santa Iglesia Romana.
Como se ha descrito en las solemnidades, con los cambios en el calendario
litúrgico el Santísimo Corpus Christi
se pasó al domingo, aunque en nuestra ciudad por la gran tradición e historia
de esta solemnidad se ha mantenido la procesión el jueves y es día festivo de
ámbito local, si bien la fiesta religiosa se pasa al domingo.
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