Los cultos a la Santísima Virgen de la Hiniesta Dolorosa, comenzaron el pasado fin de semana, 12 y 13 de marzo, primero del tiempo de Cuaresma, tal y como indican las Reglas de nuestra Hermandad, con el Devoto Besamanos en su honor. A pesar de las malas condiciones meteorológicas, durante los dos días se pudo apreciar gran afluencia de fieles y hermanos que quisieron acompañar a nuestra Madre Hiniesta en este hermoso culto cuaresmal.
La Santísima Virgen de la Hiniesta Dolorosa aparecía en el presbiterio alto de la parroquia de San Julián, sobre peana de madera dorada, vestida de reina, con la saya blanca bordada en oro y sedas de colores, por el taller de Santa Bárbara en 2009, el manto azul bordado en plata por nuestro hermano Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1906, y la corona de plata sobredorada que realizara el orfebre Manuel Seco Velasco en 1956 y que ha sido restaurada y dorada de nuevo por el Taller de Hijo de Juan Fernández, que ha realizado una importante labor de reposición de piedras y arreglo de zonas deterioradas, especialmente las estrellas de la ráfaga, con nuevo sistema de sujeción a la misma. Para esta ocasión se vistió a la Santísima Virgen de la Hiniesta con un tocado de tul, circunstancia que no se hacía para el Besamanos desde comienzos de la década de los sesenta de la centuria anterior. La imagen lucía todos sus atributos habituales, medalla de la ciudad, broche con el nombre de Hiniesta, puñal de oro, rosarios, retama de Hiniestas, broche en forma de rosa, medalla de D. Antonio Castillo Lastrucci. Destacaba en el tocado de la Santísima Virgen la donación de una cruz de piedras, que realzaba la hermosura de nuestra Madre Hiniesta.
El Besamanos estaba compuesto por un gran cortinaje rojo que servía de fondo al conjunto, ante el cual aparecía majestuoso el magnífico dosel burdeos con cresterías doradas y bordados de aplicación dorados, con grandes borlas, que fue cedido generosamente por la querida Hermandad de Nuestra Señora de la Amargura. A ambos lados de la imagen de la Virgen de la Hiniesta dos columnas flanqueaban el fondo y sobre las mismas quedaban situados dos elegantes candelabros de cinco luces, cedidos por la familia Castro Pedrosa para la ocasión. En la base del dosel una crestería dorada servía de motivo decorativo.
En un perfil más adelantado se colocaban a distintas medidas seis columnas rojas con decoración pictórica dorada sobre las que se pusieron las antiguas jarras de metal plateado del paso de la Virgen de la Hiniesta con claveles blancos. Completaba esta zona del presbiterio alto dos credencias doradas con el Libro de Reglas y el Niño Jesús de la Mesa de Gobierno de la Hermandad, acompañados de candeleros, sacras y portapaces.
En los balcones de los lampaderos de forja se colocaron sendos blandones dorados con cera blanca y los paños de bocinas del cortejo del Santísimo Cristo de la Buena Muerte. En dichos balcones dos grandes centros de claveles y gladiolos blancos.
Durante los dos días en que la Santísima Virgen de la Hiniesta Dolorosa permaneció expuesta en Besamanos hemos de constatar la notable afluencia de hermanos y devotos que no quisieron perder la ocasión de besar las benditas manos de la Virgen de la Hiniesta, finalizando este culto con el rezo del Santo Rosario, el domingo 13 a las 20:30 horas y viéndonos honrados con la presencia de D. Enrique Henares Ortega, pregonero de la Semana Santa de 2009, que quiso rezar con nosotros para concluir este hermoso culto a la Virgen.
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