A continuación dos fotografías de la Virgen del Rosario de San Julián, dentro del hermoso nacimiento que instalan ante su altar y que se ha convertido en una costumbre de estas fechas en nuestra ciudad. La Santísima Virgen en posición sedente, luce saya y manto de brocados con corpiño de lana de oveja y una mantilla que cubre su cabeza. El Niño en su maternal regazo ríe complaciente ante la presencia de su Madre. Al fondo la Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada. En otra fotografía se observa el conjunto del nacimiento, con todo tipo de detalles florales, vegetales y de objetos y alimentos que le dan un mayor realismo y mejor ambientación.
El Santísimo Cristo de la Buena Muerte en tres hermosas instantáneas desde distintos perfiles luce las potencias de flor de lis, mientras que en el altar mayor la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada se adorna con macetas de flor de Pascua. Queremos advertir el detalle que desde los pasados cultos inmaculistas del día 8 de diciembre, la ráfaga de la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada, termina en dos pequeños angelitos, que están aprovechados de los basamentos de candelabros centrales del paso procesional de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa.
La Santísima Virgen de la Hiniesta Dolorosa luce en su capilla las tradicionales vestimentas con colores inmaculistas, manto de brocado celeste y saya blanca y porta en su mano rosario de piedras azules.
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