Cultos de la Inmaculada Concepción (II)

El próximo jueves 8 de diciembre, a las 12:00 horas, se celebrará la Solemne Función en honor de nuestra titular la Inmaculada Concepción, patrona de España desde el 25 de diciembre de 1760, por parte del Papa Clemente XIII mediante la Bula Pontifica “Quantum Ornamenti”, promulgando también indulgencia plenaria perpetua a todos los fieles que en los dominios del rey de España visiten el día 8 de diciembre alguna iglesia de la Virgen María. La solicitud partió del Rey Carlos III, apoyada en el sentir mayoritario del pueblo español. El dogma de la Inmaculada Concepción de María, creído ya por los españoles y hasta defendido por muchos con voto de sangre, es proclamado en 1854 por el Beato Papa Pío IX. Su día queda establecido el 8 de diciembre. Tres años después, el mismo Papa hizo construir en la Plaza de España de Roma el monumento a la Inmaculada que sigue enalteciendo a la ciudad eterna. Al bendecir la imagen, declaró al embajador español: “Fue España la nación que trabajó más que ninguna otra para que amaneciera el día de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María”. Esta devoción a la Inmaculada Concepción, su proclamación como patrona de España y el empeño para que fuera proclamado dogma de fe de la Iglesia católica por parte de los españoles se tradujo en un privilegio litúrgico como es el de poder utilizar el color celeste como vestimenta y color de ornamentos para los cultos a tan excelsa Señora, la Virgen María en su misterio de la Inmaculada Concepción. Por bula pontificia "Ineffabilis Deus" de Pío IX se proclamó dogma de fe esta creencia de la piedad popular.

Convocatoria de cultos

Esta solemne función cuenta con la particularidad de que en el ofertorio la Junta de Gobierno, en representación de toda la hermandad hace el voto concepcionista jurando defenderlo como una de las disposiciones de nuestras Reglas. El texto de dicho voto es el siguiente:

Soberana Emperatriz del Cielo y de la Tierra, Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa del Espíritu Santo, hermosa y sin mancilla en todos los instantes de tu vida Santísima. Nos faltan palabras para manifestar la alegría que inunda nuestras almas, considerando el fausto acontecimiento de la solemne declaración dogmática de tu Inmaculada Concepción.

Toda la Nación Española, puesta bajo tu amparo y protección, con el título de ese Sagrado Misterio, y especialmente esta Mariana Ciudad de Sevilla, esperaban esa declaración dogmática, que luminosa disipara todas las tinieblas del error y te asegurara el reconocimiento, de un modo inalterable y perpetuo, ese singular privilegio que, siglo hace, nos complacíamos en celebrar como precursores de tu Concepción Inmaculada.

Ahora, nos complacemos en celebrar que ya es Dogma de Fe que fuiste concebida sin mancha del pecado original y así prometemos creerlo y defenderlo mientras duren nuestras vidas, fomentando esa devoción y culto que hemos heredado de nuestros mayores.

Y así, confiando plenamente en tu poderosísimo Patrocinio, te suplicamos que mires propicia a toda esta Hermandad y muy particularmente a los que, congregados en este Templo, te tributamos estos cultos y te invocamos y saludamos, vida, dulzura y esperanza nuestra.

Así sea.

También el día 8 de diciembre es de los más hermosos del año ya que se reconoce con un detalle en forma de diploma, a los hermanos que cumplen las bodas de plata y las bodas de oro de permanencia en nuestra hermandad. Estos diplomas son entregados a la finalización de la celebración religiosa, antes de la solemne bendición final.