domingo, 12 de febrero de 2012

Vísperas de las vísperas

El mejor pregón que pudiéramos oír, el pregón de los sentidos y de los sentimientos se escribe en estos días, en estos momentos de vísperas de las vísperas. A cincuenta días del soñado Domingo de Ramos Azul y Plata, a dos lunas llenas para encontrarnos en plena Semana Santa, dos lunas para llegar al Parasceve judío, la preparación para la Pascua, el reloj corre inexorable y los preparativos se suceden con gran velocidad, pero al mismo tiempo con gran precisión y orden, cada cosa a su tiempo, tal y como se han hecho en Sevilla las cosas desde tiempo inmemorial. Con el comienzo de año y los fríos invernales, muchas Hermandades celebran los primeros cultos y nuestra Hermandad que también es primitiva por ser la primera con la advocación de Buena Muerte en Sevilla, celebra reverentes cultos en honor de nuestro titular cristífero. Son cinco días de reflexión, un vía crucis para rezar y admirar la humildad y grandeza de Cristo y una función y besapies para ofrecer nuestro amor al Rey de Reyes.

Niño Jesús

Este culto solemnísimo que se realiza la última semana de enero nos avisa que pronto tendremos que mostrar a Sevilla la lección de la Buena Muerte, la lección del amor y del perdón, representada por Santa María Magdalena. En un abrir y cerrar de ojos, como diría Valdés Leal en sus postrimerías, tendremos al Cristo de la Buena Muerte y Santa María Magdalena por las calles de Sevilla, siendo la única escena de estas características que procesiona hoy día, siendo el único modelo iconográfico que se conserva por nuestra Hermandad. 

Y van pasando los días y ese frío invernal que se resiste a marcharse, se torna calidez a la luz del sol, calentando la vegetación y el ambiente de la ciudad de la Gracia, los atardeceres se alargan y se esconden en unas tonalidades color pastel en el horizonte. Algo está ocurriendo, algo está cambiando. Estas luces, este sol, esta templanza no es ya de origen frío, sino más bien provienen de la calidez primaveral que está a punto de despuntar en la flor blanca del azahar, esa flor símbolo de nuestra primavera. 

Primeros brotes de azahar
Los preparativos de cultos anuales, de limpieza de enseres, de reuniones y otros actos, siempre han sido un motivo atractivo para los cofrades, que veían como la ciudad se trasformaba para su fiesta mayor, para honrar a unas devociones que desde pequeño sentimos como nuestras y que durante toda la vida permanecen con nosotros. En nuestra Hermandad estas vísperas ya son una realidad, todo está por empezar pero al mismo tiempo todo se ha consumado. No desaprovechéis la ocasión de disfrutar de estos instantes que son tan importantes. No penséis en otra cosa, ni os distraigáis por cuestiones cuyo momento no es el actual, estamos en vísperas de las vísperas. Estamos en la antesala de una nueva Semana Santa. Preparémonos para los misterios de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Demos testimonio de nuestra devoción al Cristo de la Buena Muerte, a Santa María Magdalena y a la Virgen de la Hiniesta. Asistamos a sus cultos, asistamos a los actos programados, trabajemos en la Hermandad para que el Domingo de Ramos nuestro corazón Azul y Plata, henchido de emoción y de ilusión esté realmente preparado para una nueva estación de penitencia. Un año más las vísperas habrán sido lo suficientemente prósperas y buenas para alimentar nuestro cuerpo y nuestra alma.

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