Hoy 24 de Junio, la Iglesia celebra el nacimiento terrenal del
“precursor” de Jesús, el hijo de Isabel y Zacarias, aquel que fue santificado
en el vientre de su madre. San Juan Bautista es el enviado por Dios para prepararle
el camino al Salvador. Por lo tanto, es el último profeta, con la misión de
anunciar la llegada inmediata del Salvador. Y es el mártir que entregó su
cabeza por la Verdad.
San Juan prepara el camino del Señor y exige a los hombres
que cambien el rumbo de sus vidas, que acepten el misterio de Dios que se
acerca, que den frutos dignos de penitencia.
“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”.
La vida de San Juan Bautista nos enseña a
cumplir con nuestra misión que adquirimos el día de nuestro bautismo: ser
testigos de Cristo viviendo en la verdad de su palabra; transmitir esta verdad
a quien no la tiene, por medio de nuestra palabra y ejemplo de vida. Ese
es el carisma de Juan, y la certeza de su mensaje, que la Iglesia ha conservado
y perpetuado.
Desde estas líneas felicitamos
a todos los hermanos y devotos de la Hiniesta que hoy celebran su onomástica, y
muy especialmente a nuestro arzobispo D. Juan José Asenjo en el día de su
santo.
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