miércoles, 25 de agosto de 2010

Nuestro itinerario: alejamiento de la carrera oficial


Una vez pasada la carrera oficial, donde hacemos estación a la Santa Iglesia Catedral, la Cofradía comienza su discurrir por una serie de calles que le alejan del centro histórico de la ciudad y nos acercan a nuestro barrio. Son la calle Placentines, Alemanes, Argote de Molina, Francos, Plaza de Jesús de la Pasión, Lineros, Puente y Pellón, Plaza de la Encarnación, Imagen y Plaza de San Pedro.



La primera de las calles por la que discurre la Cofradía en este fragmento del recorrido es la calle Placentines, que toma su nombre por los naturales de Plasencia, de la región italiana de Lombardía. En la fachada del Palacio Arzobispal tuvieron ubicación las lonjas los placentines y milaneses. La siguiente calle también toma su nombre por un gentilicio, es la calle Alemanes, por haberse situado en las gradas de la catedral comercios y lonjas de origen germano. Desde 1869 toma el nombre definitivo de Alemanes y en 1913 se cambia a Moret por el ilustre Segismundo Moret y Prendergast, denominándose actualmente Alemanes. La panorámica de nuestros pasos procesionales con el fondo de la impresionante catedral de Sevilla es una estampa inolvidable.






La calle Argote de Molina toma el nombre en honor del insigne caballero y poeta sevillano Gonzalo Argote de Molina que vivió en el siglo XVI. Se le concedió este nombre en 1862, sustituyéndose el de Marmolejo por el de Argote de Molina. En otras épocas también se denominó Horno de las Brujas, por habitar en esta calle personas originarias de la ciudad belga de Brujas. Es conocida esta calle en Sevilla por el de Cuesta del Bacalao, por ubicarse en ella una famosa tienda de ultramarinos que vendía este pescado. Es otro lugar emblemático del recorrido de la Cofradía, donde el lucimiento de ambos pasos es notable y esperado por el numeroso público allí concentrado.



La calle Francos aleja definitivamente a la Cofradía del entorno catedralicio. Su nombre lo toma por habitar en esta calle los comerciantes que estaban francos, es decir, exentos de pagar ciertos impuestos. Su nombre lo adquiere tras la reconquista de Fernando III y se cuenta que más que una calle fue un barrio entero bajo esta denominación de Francos.
La plaza de Jesús de la Pasión toma este nombre a mediados del siglo XX, puesto que es conocido este lugar como Plaza del Pan, por hallarse ubicados los panaderos. Su nombre más antiguo fue el de Atafonas o Atahonas, siempre relacionado con el pan. En esta plaza se vendía pan y fruta, por este motivo también se denominó Plaza de la Fruta y a finales del XIX Comercio.



De época de la reconquista de Fernando III es el nombre de la calle Lineros, por encontrarse allí los fabricantes de lienzos. En tiempos existió un retablo de San Antonio Abad, patrón de los lineros en esta calle. La calle Puente y Pellón, recibe el nombre en 1886, en honor del que fuera alcalde de Sevilla Manuel de la Puente y Pellón. Anteriormente se llamaba calle de los Dados, por fabricarse y venderse allí. La plaza de la Encarnación toma su nombre por el antiguo convento del mismo nombre allí ubicado y sobre el que se construyó el Mercado de Abastos. Existió cerca otro convento como el de Regina, que dejó nombre a otra vía de la ciudad. Como curiosidad podemos decir que esta plaza estuvo durante siglos sin empedrar, ya que servía de lugar para aprender a montar caballos, picar toros, etc. En la actualidad se encuentra sumida en una transformación urbanística y estética de gran importancia con la costrucción del proyecto Metropol parasol, que quedará concluido antes de fin del año 2010.



La calle Imagen ha tenido varios
nombres siendo éste el más antiguo y es debido a una antigua pintura de la Virgen que allí estaba. Se denominó a finales del XIX Almirante Valdés y Calvo Asensio, fundador del periodico La Iberia. Esta calle ha sufrido numerosas transformaciones urbanísticas siendo las más importantes las sufridas a finales del XIX y principios del siglo XX, con el ensanche de esta zona y la destrucción de numerosas casas. Finalmente cierra este tramo del recorrido de la Cofradía la Plaza de San Pedro, que toma su nombre en honor de la parroquia allí ubicada. Es una zona de especial hermosura por la arquitectura del edificio religioso, ya sea en sus portadas de los pies y lateral y por su torre. Emotivo momento es el de la entrega de unas flores a la fundadora de las Hermanas de la Cruz, Santa Ángela de la Cruz, en su monumento situado junto a la puerta principal del templo.



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