Hoy celebramos el día de Mª Auxiliadora, cuya devoción se
remonta a los primeros tiempos del Cristianismo cuando en Éfeso y Antioquía acostumbran
a llamar a la Virgen con el nombre griego de “Boetéia” que significa “la que trae auxilios venidos del cielo”.
Posteriormente en Constantinopla, San Juan Crisóstomo la llama “Auxilio potentísimo” de los seguidores
de Cristo.
La celebración de esta advocación recuerda la liberación y
regreso al Vaticano del Papa Pio VII, el 24 de mayo de 1814, tras su cautiverio en manos de Napoleón
Bonaparte, y después de ponerse bajo el amparo de la María “auxilio de los
cristianos”.
La propagación definitiva de la advocación se debe a la obra
de San Juan Bosco, que puso a Mª Auxiliadora como invocación de su labor
apostólica y educativa de los jóvenes de
su época y que los salesianos ha extendido
por todo el mundo.
En este día felicitamos a la familia Salesiana, transmisora
de la misión universal emprendida por D.
Bosco en Turín, y muy especialmente a las hermanas y devotas de la Hiniesta que
hoy celebran su onomástica.
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