En
esta siguiente entrega de la sección desde la lejanía, que tanta
aceptación entre los hermanos está teniendo, nos iremos en esta
ocasión a las hermosas tierras de la Costa del Sol, Málaga, donde
nuestro hermano Miguel Álvarez Blanco vive con su familia y ejerce
su profesión. Ha pasado por numerosas localidades debido a su oficio
de médico. A sus 54 años sigue teniendo la misma ilusión y
devoción por sus Sagrados Titulares y los 220 Kms, que lo separan de
los mismos no son impedimento para recordar con cariño múltiples
anécdotas y seguir a través de “Azul y plata” toda la
actualidad de la Hermandad, hecho que agradece sinceramente.
Nuestro hermano Miguel Álvarez Blanco |
Este
sevillano orgulloso de su origen, nace en la calle Patricio Sáenz,
entre los barrios de San Julián y San Gil, vino al mundo en casa de
su abuela, que residía en esa calle fronterizo entre estos dos
barrios de la muralla al norte de la ciudad. Su infancia transcurrió
entre las parroquias de San Lorenzo y San Vicente, donde recibió las
aguas bautismales y su padre, que llegó a ser costalero profesional
le inculcó el amor por la tradición cofradiera de Sevilla. Cuando
llega a la edad de 12 años comienza su andadura en la Hermandad, no
obstante al mudarse a vivir junto al Hospital Virgen Macarena, conoce
a nuestro hermano José María Ruiz Elvás, compañero de trabajo y
amigo de su hermano y gracias a él ingresa a la Hermandad de la
Hiniesta, cercana a su domicilio. Se cumplió pues una ilusión que
tenía desde muy pequeño, como fue el hecho de salir de nazareno.
Gracias
a José María Ruiz, me integro cada vez más en la Hermandad
llegando a salir dos o tres años como diputado de tramo del primero
de Cristo, el tramo de los niños “pero que son los que más y
mejor ejemplo dan y me dieron muchas alegrías”. Comenta con
nostalgia esa época como la que un grupo de jóvenes se reunían
para la planificación y preparación de cirios, insignias y todo lo
relativo a la Estación de Penitencia, durante meses antes al Domingo
de Ramos.
El
año 1974, en que se corona la Virgen de la Hiniesta es clave en su
vida, pues comienza a estudiar Medicina, terminando en 1980,
obteniendo el MIR y trabajando durante un año de Medicina Familiar y
Comunitaria en Badajoz, pasando posteriormente a Burgos, con la
especialidad de Cirugía Ortopédica y Traumatología y continuando
como médico adjunto hasta finales de 1992. En todo este tiempo entre
1974 y 1992 con la responsabilidad de estudios, viajes y trabajo, tan
sólo en una ocasión no pudo cumplir con su Estación de Penitencia
por motivos laborales y curiosamente ese mismo año, Televisión
Española retrasmitió la salida de la Catedral de la Hermandad de
Santa Cruz hasta su templo, narrado todo por el periodista y
pregonero de la Semana Santa, José Luis Garrido Bustamante.
Con su hijo |
Recuerda
amargamente ese Domingo de Ramos, en su casa y nos dice que “no
pude dejar de recordar a mi Cofradía en la calle, se me saltaban las
lágrimas en varias ocasiones, pero aquel día estaba de guardia y se
me caían unos lagrimones que no podía evitar y ser visto por mis
compañeros, que desde aquel instante comprendieron la importancia
que tenía para mí el Domingo de Ramos y han hecho lo imposible
siempre para que no me perdiera este día y no faltase a la Estación
de Penitencia”.
Durante
más de diez años salí de penitente detrás del Santísimo Cristo
de la Buena Muerte con cruz y descalzo y después acompañé a mi
sobrino que iba con una varita entre los penitentes pues era muy
pequeño. He presumido siempre de mi Hermandad en todas las ciudades
donde he estado y he repartido con toda ilusión imágenes de
nuestros Titulares, lo que me daba gran satisfacción.
Con su sobrino antes de la salida |
Tengo
recuerdos que me entristecen del año que nos llovió intensamente y
nos refugiamos en la iglesia de la Anunciación, junto con la
Hermandad de San Roque y que después de decidir regresar a San
Julián nos llovió nuevamente y nos tuvimos que refugiar en San
Román. Tengo la imagen del techo de palio de la Virgen de la
Hiniesta cayendo agua como si fueran canalones y otro año que al
paso de Cristo le cayó mucha agua por la calle Feria y cuando
llegamos a San Julián nos dedicamos a secar la canastilla con papel
de cocina. Recuerdo con orgullo el esfuerzo de toda la Cofradía el
año que fuimos por el Postigo del Aceite, dando un ejemplo de
compromiso y hacer bien las cosas a pesar de las dificultades.
En
la actualidad y desde finales de 1992 trabajo en el Hospital Carlos
Haya de Málaga, al poco de llegar, mi hijo que tendría 4 ó 5 años
salió conmigo y ese año me quemó el antifaz pero yo disfruté de
lo lindo y comprendí que él no había vivido la Semana Santa y era
imposible que pudiera entenderla, no volviendo a salir más de
nazareno aunque sigue siendo hermano. En mi familia somos hermanos
cuatro miembros pertenecientes a cuatro generaciones, los tres que
salimos lo hacemos en el cortejo del Cristo de la Buena Muerte y su
Magdalena Bendita. En Málaga, ciudad cofrade, presumo con mis amigos
malagueños de mi Hermandad y ven mi medalla al cuello de la Virgen
de la Hiniesta desde hace más de cuarenta años y todos poseen
alguna imagen de nuestros Titulares.
Foto familiar en la zona monumental malagueña |
He
visto a nuestra Hermandad desde la distancia progresar y pasar por
muchas vicisitudes, ahora es más fácil mantenerse en contacto
informado gracias a los nuevos medios informáticos, por eso estoy al
día de todo y mi sueño sería salir de maniguetero para ir más
cerca de nuestros Titulares, espero que los años permitan ver
colmado este sueño aunque con ir cerca me doy por satisfecho.
Si
algún hermano que resida fuera de Sevilla está interesado en formar
parte de esta sección, puede ponerse en contacto con la Secretaría
de la Hermandad en la siguiente dirección:
secretaria@hermandaddelahiniesta.org
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