Y una Virgen con retama y bastón de mando: la Hiniesta. En la mano derecha, no un cetro sino una manzana. En la izquierda, su Niño, que aprisiona a un pajarillo, nuncio de bienaventuranza, que a veces el alma humana tiene forma de pájaro en la mano de Nuestro Señor:
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Cabe el mundo en su manzana,
cabe el cielo en su corona,
porque esta Reina y Patrona
nació para sevillana.
El pajarillo se ufana
mientras el Niño hace fiesta.
Amor que suma y no resta
es el amor sin mancilla,
que en San Julián Sevilla
lo tiene todo en la Hiniesta.
Joaquín Caro Romero
7 de mayo de 1994
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