Cuando en nuestras casas, presidiendo el hogar tenemos la bendita imagen de la que durante siglos ha sido la más firme devoción de la ciudad, empeñada en ser nuestra desde siempre, podemos decir a nuestros hijos: Mira, ahí tienes a la Virgen de la Hiniesta, a Santa María de Sevilla.
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Enrique Barrero González
30 de mayo de 1980
30 de mayo de 1980
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