Una abarrotada Iglesia parroquial de San Julián, fue testigo de la Misa de Réquiem y Función a la Piedad de Nuestra Señora, cultos de Reglas que tienen un marcado simbolismo funebre en recuerdo de todos nuestros hermanos difuntos. En el presbiterio alto aparecía la imagen de la Milagrosa, a la que se le hacen por parte de la parroquia sus cultos anuales. Nuestro Vicario Parroquial, Rvdo. Sr. D. Diego Díaz Ramos, fue el encargado de presidir la Eucaristía.
Previamente al comienzo de la Santa Misa se rezó el Santo Rosario y durante la celebración eucarística, el Rvdo. Díaz Ramos hizo constantes alusiones a nuestros difuntos, pidiendo por todos ellos y en especial por el recientemente fallecido D. Ramón Cancelo Souza (q.e.p.d.), cuya familia se encontraba presente en el templo. Finalizada la Santa Misa y antes de la bendición final, en procesión desde el presbiterio hasta el altar de la Piedad de Nuestra Señora, la Hermandad, representada por su Junta de Gobierno con estandarte y varas y el cortejo litúrgico de acólitos y sacerdote, hicieron un responso ante el monumento funerario donde reposan los restos de D. Antonio Castillo Lastrucci, autor de nuestras imágenes titulares. Destacamos la solemnidad y la alta participación de los hermanos en estos cultos de tanta importancia al recordar a los que ya no están con nosotros.
El altar de la Piedad aparecía exornado con profusión de cera de color tiniebla y como hecho novedoso la imagen mariana lucía la corona de plata, que en 1998 hiciera el taller de Orfebrería Mallol para la Virgen de la Hiniesta Dolorosa. El exorno floral estaba compuesto por lirios morados y astroemedias violetas, que daban un hermoso aspecto al altar, complentándose la decoración con blandones y una alfombra a los pies del altar.
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