En esta ocasión para este apartado de documento gráfico traemos
una fotografía del año 1944, en la iglesia de San Martín, desde donde efectuaría
la estación de penitencia la Hermandad de la Hiniesta el 2 de abril, Domingo de
Ramos. Gracias al artículo publicado en el Boletín
de las Cofradías de Sevilla, número 649, de marzo de 2013, especial de
Semana Santa, que fue presentado en nuestra parroquia de San Julián, hemos
obtenido varios datos de interés sobre la primera vez que la imagen de Santa
María Magdalena procesionó junto al Cristo de la Buena Muerte. El artículo se
titula “Los pasos de la Hiniesta en la iglesia de San Martín en la fotografía
de Higinio Capote”, del que es autor el investigador Víctor José González
Ramallo. La fotografía en efecto se debe
a Higinio Capote Muñoz y con gran nitidez de detalles por su calidad podemos
hacer algunos comentarios.
Como hemos dicho la fotografía está hecha en la iglesia de San
Martín, en el lado del evangelio, donde se situaba el paso de Cristo, mientras
que el palio lo hacía en el lado de la epístola. Al fondo se aprecia el altar
mayor que está velado, como correspondía según la liturgia antigua a los días
de Semana Santa, para que el Sábado de Gloria se hiciera la luz entre las
tinieblas para celebrar la Pascua de Resurrección. También se aprecia el altar
cruciforme de la cabecera de la nave del evangelio, donde actualmente se sitúa
la Inmaculada Concepción del antiguo convento de Regina. En este altar llegaron
a estar las imágenes del Cristo de la Lanzada, la Virgen del Buen Fin y San Juan
conformando un calvario.
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| Paso de Cristo de la Buena Muerte 1944 |
Por lo que respecta al paso del Cristo de la Buena Muerte y Santa María Magdalena, imágenes realizadas en 1938 y 1944, respectivamente por Antonio Castillo Lastrucci, es de líneas sobrias y madera oscura con apliques metálicos y fue realizado en 1935 por Manuel Casana, iluminada la canastilla por cuatro guardabrisones de cristal tallado y cera blanca y la escena del paso por cuatro faroles de madera oscura, que eran la principal novedad de ese año, junto a la nueva imagen de la Magdalena. Estos faroles habían sido realizados cinco años antes para el paso del Cristo de Burgos por José Merino Román y tenían como curiosidad los cristales traslúcidos, lo que confería una peculiar iluminación. La posición de la titular hagiográfica de la hermandad es muy frontal a diferencia de la actualidad con cierta desviación hacia la derecha. La imagen lleva un sencillo nimbo de metal dorado sobre su cabeza para simbolizar su santidad.
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