Iniciamos la Cuaresma en el Año de la fe y nuestro Arzobispo nos recuerda la llamada del santo
Padre a vivirla desde la caridad. El Papa titula su mensaje de cuaresma de esta
manera “Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él” (1 Jn
4, 16). Afirma Benedicto XVI en su mensaje que no podemos separar fe y caridad. Ambas virtudes teologales están
íntimamente unidas. Nuestra existencia
cristiana consiste en una búsqueda continua de Dios para que nos ilumine en el
servicio a los demás. El amor de Dios nos proporciona la fuerza necesaria para
atender las carencias y los sufrimientos del prójimo. Sin olvidar que la
principal obra de caridad es la propia transmisión de la fe.
En las antiguas
prácticas penitenciales, la Cuaresma era el tiempo propicio para la
reconciliación, el perdón, y el ayuno. Ante la crisis económica que estamos viviendo, Monseñor Asenjo nos
invita a participar de la práctica del ayuno personal y comunitario,
compartiendo con nuestros hermanos asolados por la carestía aquellas cantidades
que gracias al ayuno se puedan recoger.
En la Hermandad de la
Hiniesta te invitamos a compartir con nosotros la experiencia de la Caridad y
del amor al prójimo. A través de nuestra Obra Social, seguimos recogiendo
durante toda la Cuaresma, alimentos no perecederos y ropa destinadas al
proyecto “Familias” de las Hijas de la Caridad del Pumarejo. Igualmente recogemos
chacinas envasadas al vacio, necesarias para la preparación de los cientos de
bocadillos que a diario reparten entre los más necesitados de nuestro barrio de
San Julián y otras zonas del casco antiguo de Sevilla.
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