miércoles, 20 de mayo de 2020

Novena a María Santísima de la Hiniesta Gloriosa

"Retama soys, y assi os llama la bella Noemi, pues da, vozes; y a los cielos clama, vos vocate me mará, que es lo mismo que retama"
(Fray Pedro Beltrán, "Ramillete de flores de la retama", 1630/1631)



DÍA SÉPTIMO

ORACIÓN INICIAL
 Con el saludo de Gabriel, nos acercamos a ti, Reina y madre nuestra. “Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo”, dispón nuestros corazones para que recibamos tus gracias, y nos libres de este mal. Hoy, Santa María de la Hiniesta te presentamos nuestras ofrendas y nuestras miserias. Ruega por nosotros, pecadores. Ruega al Padre por todos. Por los que estamos aquí y por los que se han apartado de tu amor. Por los que desconocen y olvidan; por todos, porque todos somos hijos tuyos. Ruega por nosotros siempre, ahora y en la hora de nuestra muerte.


DIA SÉPTIMO: VIRGEN FIEL. RUEGA POR NOSOTROS

María, fiel a sus propias convicciones, no habla, obra y actúa el sí. La vida de María es fidelidad y compromiso a ese sí dado, y lo lleva adelante en silenciosa y constante laboriosidad. María peregrina por el camino de la fe, con fidelidad y perseverancia. Nosotros, también peregrinos, tenemos el camino ya trazado ante nosotros, con señales de lo permitido y lo prohibido; el modo de hacer el camino ya depende de nosotros; si nos salimos, si nos paramos o nos saltamos las señales, todo depende de nuestra fidelidad a los principios, a nuestro sí. Pedimos hoy a María que nos ayude a ser fieles y perseverantes en nuestra vocación.

INVOCACIONES:
Oh Santa María de la Hiniesta Gloriosa, salud de los enfermos. Ruega por nosotros. 
Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL:
Tu que del triste mortal eres salud y esperanza, alcanza la curación de este mal y si este bien temporal no conviene a nuestras almas, dadnos paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento, gocemos de la eterna alegría. Amén.




Santísima Virgen de la Hiniesta, líbranos de la pandemia, mejora la salud de los enfermos y consuela el dolor de las familias.

Patrimonio

RETAMA DE LA VIRGEN DE LA HINIESTA GLORIOSA CORONADA Y PATRONA DE SEVILLA


Obra de Fernando Marmolejo Camargo en 1974, en la inscripción de la filacteria se lee: “SANTA MARÍA DE LA HINIESTA CORONADA, LLENA DE GRACIA, RUEGA POR NOSOTROS”.
La idea de este atributo fue de Juan Martínez Alcalde, cronista oficial de la coronación canónica de la Virgen de la Hiniesta, inspirándose en una imagen gótica que se venera en la ciudad holandesa de Maastrich, la Estrella del Mar, que porta un ramillete argénteo de azucenas sobre la manzana de su mano derecha. La obra fue financiada por los padrinos de la coronación, el alcalde Juan Fernández Rodríguez y García del Busto y su esposa Isabel Argüeso Hortal, siendo ofrendada el 8 de diciembre de 1974.
La retama, que la Virgen porta sobre la manzana que sostiene en la mano derecha, alude a su advocación derivada de la leyenda de su hallazgo por Per de Tous entre hiniestas. Labrada en plata de ley, presenta quince flores sobredoradas con aplicaciones de topacios.

FRANCISCO S. ROS GONZÁLEZ, Catálogo exposición “Soy de Sevilla. Seis siglos de historia, arte y devoción en la hermandad de la Hiniesta”. Círculo Mercantil e Industrial, 2012.




martes, 19 de mayo de 2020

Aniversario Pregón de la Coronación de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa


“SOY DE SEVILLA”. NUESTRA SEÑORA DE LA HINIESTA EN LA LÍRICA PALABRA DEL PADRE CUÉ

Las doce de la mañana del 19 de mayo de 1974 en Sevilla, lugar el teatro Lope de Vega de potente irradiación iberoamericana, comienza el pregón de la coronación canónica de la Virgen de la Hiniesta, se trasmite el acto por las ondas de radio popular y su protocolo es de idéntica armonía al discurso que desde 1941 anuncia cada domingo de pasión el anual y eterno milagro de la semana mayor.

La banda municipal interpreta de inicio una nueva marcha procesional compuesta para la ocasión por el maestro Albero Francés, que casi acaba de heredar la batuta del asturiano Pedro Braña, los compases rítmicos y alegres de “Hiniesta Coronada” sorprenden por su vivacidad  y alegría, gusta la obra, se nota en los aplausos del público que llena el teatro. Seguidamente el alcalde realiza como es debido la presentación del pregonero, habla del padre Cué, mejicano de origen y español de arraigo, entregado a Sevilla y enamorado de la cuidad, de aquel que escribió quizás el más delicioso pregón del siglo XX sin pronunciarlo en el libro Como llora Sevilla, por eso según el alcalde, devoto de Jesús de Pasión e impulsor de la feria en su  nueva ubicación en los Remedios; y que, por cierto, iba a tener el honor de ser, junto a su esposa, los padrinos de la ceremonia catedralicia de la coronación a celebrar en el trascoro catedralicio el jueves día 23 solemnidad de la Ascensión, el jesuita era el más indicado por preparación, capacidad, oratoria y virtudes de comunicación para pronunciar el pregón.

La banda, tras las cariñosas, pero a la vez justas palabras de la primera autoridad municipal interpreta “Estrella Sublime” del gran López Farfán, revolucionador de la música cofradiera con la inclusión de las cornetas como queda plenamente manifestado en esta obra dedicada a la dolorosa del Domingo de Ramos cruelmente fenecida por las llamas en los aciagos sucesos del año 32 a los que por cierto se les quiere quitar esa responsabilidad gubernativa para adaptarse a las conveniencias de la nueva por injusta y desfasada memoria histórica.




El orador se acerca al escenario, viste sotana, mediana altura, gafas de intelectual, camina de forma reposada y elegante como su voz de timbre cadencioso y musical  impregnada de la deliciosa dulzura hispanoamericana que acaricia de forma bella la fonética viva y sentida del castellano, el jesuita que asombra por sus sermones, que ha escrito de historia de mística y de toros, que revolucionó la televisión al hablar del dolor que por la situación del mundo sufre en sus llagas Cristo Crucificado al que llama “Mi Cristo Roto”, que entendió como nadie a Triana en gozosas fiestas en 1950 por el dogma de la Asunción sembrando sus calles de alegría con la procesión de la mejor de sus esperanzas, pasa junto al atril usado por el alcalde, pero lo rechaza, él se coloca sin papeles, sin tan siquiera un guión en el centro del escenario, frente a él sólo un micrófono que transmite su mensaje y comienza el pregón, empieza a hablar de la Virgen a Sevilla.

El pregón es vívido, sentimental, aguerrido, valiente y sincero, completo, el orador viene sobrado de elocuencia, sabe lo qué dice y sobretodo como lo dice, tiene facilidad retórica, palabra poética y justa y certera visión del universo teológico. Desde el comienzo dicta los tres pilares de su discurso; por un lado, la Virgen y junto a Ella la ciudad que la corona y esa misma corona que como bella obra de arte representa la fe el amor y la esperanza de un pueblo para ceñir las benditas sienes de la Reina de los Cielos.

El pregonero dice tener un problema al hablar de la Virgen, reconoce sus limitaciones ante su inmensidad como la más perfecta criatura salida de las manos del creador, pero a la vez se consuela manifestando con total sinceridad que Sevilla desde los años 40 le enseñó con su ejemplo a hablar de la Madre y no duda que este ejemplo sólo es el del amor, el amor manifestado por la ciudad a lo largo de la historia que le hizo ganar para siempre el título de “mariana” como timbre de gloria que corona su escudo heráldico.

Habló extensamente de este amor, realizando una aproximación a la historia tanto material como devota de la imagen, desde su aparición en tierras catalanas encontrada por el caballero Per de Tous, su regreso triunfal a Sevilla en lo que él llama “Epifanía de la Hiniesta”, entendiendo así que su hallazgo se produce como manifestación ,maternal de María como corredentora del género humano y, por lo tanto, como la mejor intercesora  ante el Trono de su Hijo para alcanzar de su infinita misericordia los bienes que necesitemos y merezcamos.

Gran riqueza literaria posee el lenguaje metafórico usado por Cué para definir la aparición triunfal de las vírgenes enterradas en épocas sarracenas para liberarlas de las manos sacrílegas de la profanación y que aparecen de forma milagrosa en la edad moderna comos semilla fecunda de la fe mariana que brota desde la tierra como el mejor fruto fecundo y vivo en nuestros fervientes corazones.

En la aparición de la Hiniesta con aquel amoroso letrero que la identifica “Soy de Sevilla” está el amor de la Virgen por Sevilla, amor siempre vivo y correspondido, pues “desde la venida de la Virgen de la Hiniesta a nuestra ciudad todo sevillano nace con un letrero, con una tendencia , con un sello inconfundible: Soy de María”.

La vinculación con la autoridad municipal, el voto de gratitud y rendida pleitesía realizado por el ayuntamiento en 1649 y renovado cada 8 de septiembre a las plantas de la que considera Patrona y Bienhechora , toda la historia de forma sucesiva,  en perfecta cronología por medio de vocablos de henchido entusiasmo, pero junto a la Virgen Triunfal con su Hijo en brazos, también Sevilla siente, admira y venera a la Hiniesta que llora. Precioso por su  sentimiento el poema popular “La Hiniesta quiere llorar”, la Madre sabe que el Hijo crece y tiene que morir en la cruz para reconciliar a la humanidad caída desde  la desobediencia de nuestros primeros padres en tiempos del Génesis por eso acepta su sacrificio, su excelso papel de corredentora:

“¡Qué la redención ya empiece
pues la Virgen –aleluya-
dice que quiere llorar!…….
¡La Hiniesta rompió a llorar! “

Pero junto a la lírica bellamente popular con la rima  asonante de los octosílabos, tan grata a los oídos cofradieros y consagradas para siempre por Antonio Rodríguez Buzón, el padre Cué que se sabe un hombre actual, trata temas candentes, de actualidad en aquella época en los últimos años de Franco y con una iglesia sumida en la incertidumbre y crisis del posconcilio que tanto dolor causó al gran papa Pablo VI, un auténtico mártir de nuestros días.

En el mensaje del sacerdote jesuita está la crisis de valores, de identidad  de la iglesia, pero con sabia palabra felicita a las cofradías,  pues a pesar de los pesares han sabido mantener sus señas de identidad, luchando contra las desafortunadas interpretaciones litúrgicas del concilio, tan adictas a criticar y en lo posible erradicar las históricas y verdaderas, por sentidas,  manifestaciones de religiosidad popular.

El pregonero se admira de la vitalidad cofradiera: “habéis aguantado la prueba, habéis sabido resistir”,   de su implicación en la vida social de la ciudad con obras caritativas como la escuela de formación profesional adaptándose siempre a las necesidades del tiempo vivido, pero el pregonero también reflexiona con un tema que hoy en día sigue teniendo plena vigencia” para hablar de lo social sobran voluntarios, espontáneos e incondicionales. Para hablar de la Virgen son más bien escasos. Y he preferido detenerme en María y en Cristo, porque su auténtico conocimiento y amor serán la mejor garantía y el más urgente acicate, que empuje a la hermandad hacia los más débiles…”, tengamos caridad con el prójimo es el mandamiento nuevo pero no renunciemos nunca a evangelizar ni a nuestra fe, Jesús nos espera en la  cruz para abrazarnos en la salvación.

Tras cerca de hora y media de discurso Cué lo culmina sin atreverse a cantar a Sevilla “eso lo sabéis vosotros sevillanos”, pero con una rendida oración y canto a las coronas de la Virgen; y también una encomiable felicitación a los hermanos costaleros que lo atendieron la tarde anterior con motivo de su llegada a la ciudad y que tendrían la responsabilidad de trasladar a la Virgen a la Catedral y devolverla de forma triunfal a san Julián estando ya canónicamente coronada.

Hay que hacer constar la importancia de este elogio a los costaleros en aquella época en donde acababa de nacer la nueva forma de llevar los pasos a cargo de hermanos de las propias corporaciones y en el caso de nuestra hermandad  ya habían escrito una crónica de oro la tarde del 8 de diciembre de 1973 cuando pasearon de forma inenarrable según las crónicas  a la  Patrona Municipal con motivo de haberse leído de forma oficial el breve pontificio de coronación en la collación de la Puerta de Córdoba.

El pregón puso su colofón con un extenso poema de exaltación de las coronas, de exaltación de la fe, de exaltación del marianismo, de exaltación del amor:

“Para hacerle una corona,
ya nada te pediría
Sevilla te tomaría,
toda entera, y ceñiría
con tu abrazo a la Señora.
Corona ¡es toda Sevilla!
¡Toda Sevilla es corona!

El pregonero según las crónicas terminó cansado, exhausto, con la voz quebrada, lo había dado todo, el pregonero triunfó, el pregón enamoró.

Tan buen recuerdo dejó, que ya en 1976 en los albores de la transición política fue editado por el propio Ayuntamiento en cuidada y bella edición, tomando el discurso de la grabación de la radio. Su lectura a la vez que recrea el espíritu, hace pensar en el ya eterno título de Joaquín Romero Murube “Los cielos que perdimos”, pues sin duda fue un cielo perdido el pregón de la Semana Santa nunca pronunciado por Ramón Cué Romano, que hubiese cantado como nadie esa belleza indefinible por eterna de nuestra semana mayor, que no es ni más ni menos que la firmeza de la fe, la caricia de la esperanza y el triunfo de la vida.

José Gámez Martín




                              








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Novena a María Santísima de la Hiniesta Gloriosa

"Proclamamos la indestructible vinculación de la ciudad con María"
(Enrique Barrera González, "Pregón de la Hiniesta", 1983)


DÍA SEXTO

ORACIÓN INICIAL
 Con el saludo de Gabriel, nos acercamos a ti, Reina y madre nuestra. “Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo”, dispón nuestros corazones para que recibamos tus gracias, y nos libres de este mal. Hoy, Santa María de la Hiniesta te presentamos nuestras ofrendas y nuestras miserias. Ruega por nosotros, pecadores. Ruega al Padre por todos. Por los que estamos aquí y por los que se han apartado de tu amor. Por los que desconocen y olvidan; por todos, porque todos somos hijos tuyos. Ruega por nosotros siempre, ahora y en la hora de nuestra muerte.

DIA SEXTO: VIRGEN PRUDENTE. RUEGA POR NOSOTROS
Consideramos hoy en María la virtud de la prudencia, revestida de una profunda humildad. Tenemos como ejemplo el episodio de las bodas de Caná; con qué delicadeza presenta a su Hijo el problema de los novios: “no tienen vino”. María se hace cargo del apuro de los novios, y a pesar de la respuesta de Jesús aparentemente desinteresada,”¡Mujer!, ¿ a ti y a mi qué?. Todavía no ha llegado mi hora “. María no se rinde, sabe que su Hijo puede salvar la situación y dice a los criados: “Haced lo que Él os diga”. Qué fe y que seguridad la de María en el poder de Jesús. Tú, Señor que nos diste a María.

INVOCACIONES Oh Santa María de la Hiniesta Gloriosa, Salud de los enfermos. Ruega por nosotros. Ave María (tres veces) 

INVOCACIONES:
Oh Santa María de la Hiniesta Gloriosa, salud de los enfermos. Ruega por nosotros. 
Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL:
Tu que del triste mortal eres salud y esperanza, alcanza la curación de este mal y si este bien temporal no conviene a nuestras almas, dadnos paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento, gocemos de la eterna alegría. Amén.






Santísima Virgen de la Hiniesta, líbranos de la pandemia, mejora la salud de los enfermos y consuela el dolor de las familias.


Diputación Obras Asistenciales


Recogida a alimentos

Tradicionalmente, durante la Función de Aniversario de Coronación de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada, hermanos y devotos realizan una ofrenda de flores a nuestra titular. Este año, con motivo de la crisis que nos afecta, vamos a sustituir la ofrenda de flores por una recogida de alimentos destinados a familias vulnerables.

Ante el aumento significativo de demanda de alimentos que está recibiendo la Diputación de Obras Asistenciales, realizamos un llamamiento a los fieles que acudan el próximo sábado 23 de mayo a venerar a la sagrada imagen de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada, solicitando la aportación de 1 Kg de alimentos. Los suministros recibidos serán distribuidos entre las familias en situación de riesgo que carecen de medios para acudir al economato social.



Diputación Obras Asistenciales


Reflexión: La Caridad en tiempos del coronavirus

“¿Qué eficacia tiene en nuestros días la energía escondida en el evangelio, capaz de sacudir profundamente la conciencia y transformar al hombre? (Pablo VI, Exhortación Apostólica, "Evangelii Nuntiandi", 1975)

En poco más de dos meses, nuestra sociedad se ha visto envuelta en una situación de crisis inesperada que afecta a la salud de las personas, trasciende a nuestros hábitos y costumbres sociales e impacta de manera transcendental sobre la economía. En nuestro medio, la Iglesia en general y las hermandades y cofradías en particular estamos haciendo frente a estas nuevas necesidades, que ponen a prueba nuestra capacidad de reacción.
Hemos asumido con responsabilidad la supresión de nuestros cultos cuaresmales, en especial de las estaciones de penitencia, y de la vida de hermandad presencial en nuestras iglesias y en nuestras casas. Hemos desarrollado iniciativas para suplir estas privaciones con las posibilidades que hoy en día ofrecen los medios digitales y las redes sociales. Se han abierto nuevas puertas para cumplir con nuestra primera obligación que es el culto a Dios Nuestro Señor y a la Santísima Virgen. Estamos promoviendo múltiples iniciativas para mantener vivo el contacto con los hermanos, ofreciendo servicios, información y formación a través de los más modernos medios tecnológicos. Y, sobre todo, estamos dando respuesta a las necesidades de tantas familias y colectivos que se ven abocados a situaciones de carestía y penuria.
De nuevo, el riesgo de exclusión social ensancha sus márgenes, abarcando a un mayor número de personas. No voy a entrar en cifras estadísticas que, podemos consultar en páginas especializadas, pero si tenemos que reflexionar que esta situación es el inicio de un periodo de difícil recuperación, donde las hermandades vamos a enfrentarnos a un aumento de las demandas de todo tipo de ayuda y colaboración, desde las más simples como la exención de cuotas y obligaciones hasta las más complejas, buscando apoyos y coberturas a grandes problemas sociales.
Los primeros pasos son firmes y admirables, teniendo que reconocer el gran trabajo que estamos realizando, abordando acciones solidarias sin limitación, priorizando la caridad que nos lleva a reconocer el rostro de Dios en los más necesitados. Pero, la actividad social que estamos efectuando no se agota en los servicios puntuales que estamos atendiendo con motivo de esta crisis. Los problemas a corto y medio plazo pueden proliferar y serán más difíciles de solucionar, por tanto necesitamos un punto de encuentro entre todos, para revisar las acciones que estamos llevando a cabo, conocer cuáles son las necesidades que tenemos que abordar y organizar la respuesta. No se trata de suprimir, ni de cercenar iniciativas, sino de aprovechar todas las buenas obras y orientarlas de manera ordenada hacía donde hacen más falta y resultan más eficaces.
Ninguna hermandad por sí sola va a resolver todos los problemas, y seguro que tampoco ninguna pretende hacerlo, pero si podemos estar coordinados y preparados para llegar allí donde la caridad y la justicia social deben estar presentes, en leal colaboración y de la mano de las instituciones diocesanas e incluso de la administración local. Es la hora de estar unidos, pidiendo fuerzas a nuestro Señor para hacer presente el evangelio a través de la palabra de Dios, la formación de los hermanos y la caridad fraterna.

José Antonio Romero Pérez.

Hermano Mayor de la Hiniesta.
Presidente Fundación Benéfico Asistencial del Casco Antiguo.




lunes, 18 de mayo de 2020

Novena a María Santísima de la Hiniesta Gloriosa

"Nunca faltará el recuerdo memorable del adelantado Don Francisco Enríquez de Rivera, que a instancia de la Virgen Santísima reverenciada por él en este lugar se limpió de la lepra"
(Alonso Sánchez Gordillo, "Religiosa estaciones que frecuenta la religiosidad de sevillana", hacia 1632)


DÍA QUINTO

ORACIÓN INICIAL
 Con el saludo de Gabriel, nos acercamos a ti, Reina y madre nuestra. “Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo”, dispón nuestros corazones para que recibamos tus gracias, y nos libres de este mal. Hoy, Santa María de la Hiniesta te presentamos nuestras ofrendas y nuestras miserias. Ruega por nosotros, pecadores. Ruega al Padre por todos. Por los que estamos aquí y por los que se han apartado de tu amor. Por los que desconocen y olvidan; por todos, porque todos somos hijos tuyos. Ruega por nosotros siempre, ahora y en la hora de nuestra muerte.

DIA QUINTO: VIRGEN DIGNA DE ALABANZA. RUEGA POR NOSOTROS

 Hoy nos dirigimos a ti, Virgen María para alabarte por tus grandezas, para proclamar tus maravillas y para agradecerte los favores y desvelos a favor nuestro. Todas las generaciones te proclaman bienaventurada. Eres obra del amor de Dios. Eres Madre de todos los creyentes. Te felicitamos con las palabras del ángel: “Salve llena de gracia, el Señor está contigo, bendita eres entre todas las mujeres.” Hacia tu trono, Madre, se dirigen nuestros ojos y nuestro corazón llenos de ternura para alabarte como reina y para pedirte como Madre que vuelvas tus ojos hacía tus hijos que invocan tus favores y ponen en ti su esperanza 

INVOCACIONES:
Oh Santa María de la Hiniesta Gloriosa, salud de los enfermos. Ruega por nosotros. 
Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL:
Tu que del triste mortal eres salud y esperanza, alcanza la curación de este mal y si este bien temporal no conviene a nuestras almas, dadnos paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento, gocemos de la eterna alegría. Amén.




Santísima Virgen de la Hiniesta, líbranos de la pandemia, mejora la salud de los enfermos y consuela el dolor de las familias.