El Palacio
Arzobispal de Sevilla abre sus puertas a los sevillanos y visitantes
a partir de septiembre, dos sábados al mes con cuatro turnos por
jornada. Cada grupo constará de treinta personas que recorrerán las
dependencias nobles de un edificio que data de mediados del siglo XVI
y está considerado Monumento Histórico Artístico desde el año
1969. De los ocho turnos mensuales uno será gratuito y los siete
restantes al precio de seis euros por visitante.
Las entradas podrán
adquirirse a través del módulo que se activará en la página web
de la Archidiócesis (archisevilla.org).
Al realizar la compra de la entrada se adquirirá una reserva que
deberá ser canjeada por la entrada en la Librería Diocesana el día
de la visita con la suficiente antelación. El primer turno será a
las diez de la mañana y los restantes a las once, doce y una.
Monseñor
Asenjo ha afirmado que “los bienes de la Iglesia están prestando
un gran servicio a nuestro pueblo, a la cultura”, y ha mostyrado su
satisfacción por el hecho de que “a partir de septiembre vamos a
poner este edificio a disposición de los sevillanos y quienes nos
visiten”. Isacio Siguero ha recordado que ya hubo una primera
apertura del Arzobispado al turismo, en 2013 coincidiendo con el Año
de la Fe, y que aquella buena experiencia ha llevado a la
Archidiócesis a preparar este recorrido cultural y catequético.
Isacio Siguero ha
precisado que, durante la visita, que durará en torno a cuarenta y
cinco minutos, “se mostrará el interior de un edificio que alberga
las oficinas de la Curia Diocesana y es residencia del Arzobispo.
Concretamente, el recorrido atraviesa las dependencias en las que se
custodia un auténtico tesoro artístico, que convierte al Palacio
Arzobispal en una de las mejores pinacotecas de la ciudad.
Durante varios
meses se han adecuado las estancias incluidas en el recorrido a los
requisitos establecidos para este tipo de visitas, y la empresa
Adarve será la encargada de ilustrar a los visitantes durante la
visita.
El recorrido tendrá
un carácter eminentemente catequético y cultural, en la medida que
se detendrá en unas obras de arte que “pueden ser aprovechadas
para la evangelización y la catequesis”, según destacó el
Arzobispo de Sevilla en un reciente encuentro digital. Al respecto,
monseñor Asenjo destacó que “la belleza material puede ser camino
de encuentro con la belleza inmaterial que es Dios, como tantas veces
nos ha repetido el papa Benedicto XVI”. Y esta es la finalidad de
unas visitas que tuvieron una etapa de prueba durante el año 2012.
El recorrido por el
arte que se custodia en el Palacio Arzobispal no dejará indiferente
al visitante. No hay que ser un experto en arte y patrimonio para
caer en la cuenta del tesoro que se custodia en el Palacio, un legado
de los sucesivos prelados que han gobernado la sede de San Isidoro
hasta nuestros días. Isacio Siguero, secretario general y canciller
de la Archidiócesis, recordó el pasado miércoles que “el
patrimonio de la Iglesia tiene una dimensión evangelizadora pero
tampoco podemos olvidar su dimensión cultural.
Consciente de ello,
la Archidiócesis quiere abrir a los fieles y al público en general
estos salones del Palacio Arzobispal, que albergan como un gran
tesoro una de las principales pinacotecas de la ciudad de Sevilla”.
Esta calificación no es gratuita, y está avalada por dos murillos
–La aparición de la
Virgen a fray Juan de Quirós
y La entrega del rosario a
Santo Domingo de Guzmán-,
seis zurbaranes –Las
lágrimas de San Pedro, y
los retratos de Maese
Rodrigo Fernández de Santaella, San Francisco de Asís, San Bruno,
Santo Domingo y
San Pedro Mártir-,
diversas obras de Herrera el Viejo, el calabrés Matia Pretti o la
increíble colección de Juan de Espinal que se puede apreciar sobre
todo en el denominado salón de los cuadros, la mayor estancia del
Palacio decorada profusamente con obras de este exponente del rococó
sevillano en las que se repasa la historia de la Salvación.
Los visitantes se
darán cita en el patio central del palacio una vez tramitado el
ingreso desde la Librería Diocesana. Desde ahí subirán a la
primera planta del edificio por la escalera principal, diseñada por
fray Manuel Ramos en la segunda mitad de siglo XVII. El citado salón
de los cuadros, la galería de los obispos, el salón del trono,
oratorio, anteoratorio y el despacho del nuncio son las dependencias
que podrán recorrer las ciento veinte personas que visiten el
Palacio cada una de las jornadas previstas, y cuyo calendario podrá
consultarse próximamente en la referida página web.
Por su parte,
Teodoro León ha destacado el perfil religioso de Murillo, y ha
detalla las iniciativas de la Iglesia en Sevilla con motivo del Año
de Murillo, entre ellas la muestra que acogerá la Catedral a partir
del 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción, uno de
los principales iconos de la obra del pintor sevillano. En su
intervención, el deán ha subrayado que estas iniciativas culturales
tienen un fondo catequético, y que en el caso de Murillo se ha
abundado en el perfil de la santidad que se revela en su producción
pictórica.
El alcalde ha
calificado como “una magnífica noticia” la apertura de estas
dependencias del palacio Arzobispal al turismo, y ha destacado los
“beneficios para la ciudad” que está propiciando la colaboración
con la Iglesia en Sevilla. Espadas ha concluido su intervención
subrayando que “hoy es un día feliz, alegre y de agradecimiento, y
una muestra de colaboración mutua que redunda en la economía de
Sevilla”.
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