Siendo Cardenal Arzobispo de Sevilla José María bueno Monreal, en el año 1965, se
celebraron en nuestra ciudad las denominadas misiones.
Las
misiones, según palabras del propio Cardenal en una entrevista concedida a ABC, tenían
como finalidad la “renovación de la vida cristiana de Sevilla; renovación
individual y comunitaria de todos los que constituyen la ciudad y de la ciudad
misma. Esta finalidad está en la línea renovadora del Concilio y en el programa
que nos ha trazado el Papa [Pablo VI] en la encíclica «Ecclesiam suam»” […] “Las cofradías y asociaciones tienen que
integrarse en el conjunto apostólico y unitario de la ciudad, sin perder
ninguna de sus tradicionales riquezas. Tenemos que abordar el apostolado de los
barrios alejados, de los núcleos pobres, de los grupos especializados, del
mundo del trabajo y del ambiente santificador”
Así,
se organizaron más de 50 cofradías sevillanas para llevar sus imágenes
titulares desde sus templos a los distintos centros de Misión, algunos de los
cuales se encontraban en barrios del extrarradio de la capital hispalense.
Como imágenes curiosas de ese año podemos ver al cristo de la Buena Muerte de Los
Estudiantes en una caseta de feria del Prado de San Sebastián, al Cristo de Las
Penas de S.Vicente y al Gran Poder dentro de la Parroquia de Sta. Teresa del
Barrio de Amate, o la del Gran Poder pasando por delante del Hospital de S.Juan
de Dios en Nervión el día de lluvia que inspiró unas de sus leyendas.
A la hermandad de la Hiniesta le asignaron el Cerro del Águila, barrio hoy día integrado en la
ciudad pero que en aquellos años estaba muy lejano del centro y de San Julián. La
imagen de la Hiniesta dolorosa se trasladó en andas tal y como vemos en algunas
fotos para el recuerdo y fue acogida por el Cerro del Águila con tanta
amabilidad que la Hermandad de la Hiniesta es “hermana honoraria” de la Hermandad del Martes Santo.
Desde
entonces se han mantenido lazos de unión entre las Hermandades. En 2005, 40
años después de las misiones, una representación de cada Hermandad salió en la
otra, tal y como vemos en la fotografía de nazarenos de la Hiniesta entre los
tramos aquel Martes Santo de 2005.
Más
tarde, en 2008, la Hiniesta donaría un banderín que
procesiona como insignia entre los tramos de nazarenos del Cerro. El Banderín
está confeccionado en terciopelo de Lyon azul bordado en oro y sedas de colores
que lleva en el centro una pequeña imagen de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada.
En la parte trasera se puede leer en un lateral "Hdad. Hiniesta 1965"
en alusión a la visita que realizó la Virgen de la Hiniesta Dolorosa a la
Parroquia del Cerro durante las Santas Misiones de Sevilla de aquel año, en el
otro lateral se lee "Hdad. Cerro 2008".
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